México no es un país pobre, sino desigual e injusto, y esto lo reflejan las cifras de concentración de la riqueza, afirma el coordinador de asesores de la Secretaría de Bienestar, Humberto Adán Peña Fuentes.
Al presentar un diagnóstico sobre el atraso social para la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo, el funcionario indicó que la desigualdad impone una brecha en el acceso a derechos básicos como la salud y la educación en regiones enteras del país o entre segmentos de la población.
Peña Fuentes ejemplificó que en Chiapas 28 de cada 100 personas viven en pobreza extrema, mientras que en Nuevo León prácticamente no hay personas en esta situación.