El fuego se produjo la tarde de este lunes en la parte superior del templo, símbolo de Francia y Europa con más de 850 años de historia.
El incendio que la tarde de este lunes se declaró en la parte superior de la catedral de Notre Dame de París, símbolo de Francia y de Europa con más de 850 años de historia, podría haber sido ocasionado por los trabajos de restauración, según informó un corresponsal de Reuters en la capital francesa, citando medios locales.
Sin embargo, esta información no ha sido confirmada por las autoridades, que recalcan que aún es pronto para determinar la causa del suceso y han abierto una investigación al respecto.
Las llamas han causado la caída de la aguja del templo y la techumbre del emblemático, mientas 400 bomberos tratan de sofocar el fuego y salvar las obras de arte almacenadas en el interior de la catedral. La Policía ha pedido a los ciudadanos que eviten las inmediaciones de la catedral y faciliten el paso de los vehículos que trabajan en la extinción del fuego.
Los bomberos se muestran reacios a usar medios aéreos para sofocar el incendio, pues temen que la maniobra pueda causar el derrumbe completo de la catedral o causar daños colaterales a los edificios vecinos.
El presidente francés, Emmanuel Macron, que acudió a las inmediaciones de la catedral en llamas, expresó a través de Twitter su pesar: «Estoy triste esta noche al ver cómo arde esta parte de nosotros«. Otros mandatarios, como el de EE.UU., Donald Trump, y el de Ecuador, Lenín Moreno, también se han mostrado consternados a través de las redes sociales.
La Unesco, que sigue de cerca la situación, ha ofrecido su ayuda «para restaurar y salvaguardar» la catedral, declarada Patrimonio Universal en 1991. El Vaticano mostró su profunda tristeza por el fuego de Notre Dame, mientras que el arzobispo de París, Michel Aupetit, ha pedido que repiquen las campanas de las iglesias. Por su parte, el portavoz de Notre Dame, Andre Finot, dijo que el tesoro de la catedral todavía no se ha visto afectado por las llamas, debido a que «los objetos sagrados se conservan en la sacristía», por lo que allí «no hay riesgo de que las cosas se quemen».