París, 16 abr (Prensa Latina) Francia amanece hoy conmocionada tras una noche difícil en que un incendio de dimensiones impresionantes asoló la emblemática catedral de Notre Dame de París.
La iglesia, inmortalizada en la literatura por la novela homónima de Víctor Hugo, de pronto apareció plagada de llamas en los televisores, las pantallas de ordenadores y los teléfonos móviles, una imagen que causó estupor en todo el país.
Muchos temieron lo peor: la destrucción total del templo, e incluso las autoridades mostraron dudas sobre la capacidad de controlar el fuego a pesar del amplio dispositivo desplegado.
Hubo que esperar varias horas antes de que llegara un soplo de optimismo, con las declaraciones del secretario de Estado del ministerio de Interior, Laurent Núñez, quien sostuvo que al parecer la estructura de la emblemática edificación pudo haberse salvado.
Gracias a la labor de los bomberos, agregó, el fuego comienza a tener menor intensidad y «ya entramos en fase de enfriamiento».
El jefe de los bomberos desplegados en el lugar, Jean-Claude Gallet, también enfatizó que la estructura de Notre Dame se salvó, e indicó que se trabaja con intensidad para evacuar y proteger la mayor parte de las obras de arte y patrimoniales atesoradas en el sitio.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, visitó en la noche el lugar acompañado por el primer ministro, Edouard Philippe, en tanto solo se reportó como lesionado un bombero.
«Notre-Dame de Paris en llamas. Emoción de toda una nación. Nuestro pensamiento para todos los católicos y para todos los franceses. Como todos nuestros compatriotas, estoy triste esta noche al ver que se quema una parte de nosotros», publicó el mandatario en su cuenta de la red social Twitter, para luego prometer que la catedral será reconstruida.
La Fiscalía de París abrió una investigación dirigida a determinar las causas del incendio, y hasta ahora se alude a un posible accidente durante los trabajos de reparación.
El suceso ha motivado numerosas reacciones en el mundo por parte de dirigentes y organizaciones internacionales como la Unesco, que se declaró dispuesta a ayudar a Francia para «restaurar y salvaguardar este patrimonio inestimable», algo que podría tomar años, según especialistas.
Notre Dame fue construida entre 1163 y 1345 en la Isla de la Cité, donde surgió la ciudad de París, y constituye en la actualidad uno de los lugares más emblemáticos de la capital de Francia.