La nueva reforma educativa, apenas aprobada este jueves en el Congreso, sienta las bases y se convierte en uno de los pilares de la política de bienestar social del Gobierno de la República, asegura el presidente del Senado, Martí Batres:
“Es una reforma que simboliza proyecto nacional, proyecto de transformación, toca dos grandes derechos humanos: el derecho al trabajo y el derecho a la educación, por lo tanto es una reforma muy completa, es una reforma profunda, es una reforma social, es uno de los pilares de lo que podemos llamar reformas para el estado de bienestar social”.
Además, asegura, esta reforma a los artículos 3, 31 y 73 de la Constitución reafirma la rectoría del Estado sobre la Educación, garantiza la autonomía de las universidades, fortalece a las normales y restituye derechos laborales de los maestros.
Sólo falta la autorización por parte de los congresos locales.