El reporte sobre Trata de Personas 2019 del Departamento de Estado de Estados Unidos reveló que los estándares mínimos para eliminar este delito en México son insuficientes, a pesar de los esfuerzos crecientes que se han evidenciado durante el último año.
El análisis da a conocer las deficiencias en el combate al delito y en la atención a víctimas, entre ellas la falta de refugios especializados en el país y la agilización para ofrecer visas humanitarias.
La gran mayoría de las víctimas de trabajo forzoso y tráfico sexual en México son de América Central y del Sur, particularmente de El Salvador, Guatemala, Honduras y Venezuela.