Washington, 5 jul (Prensa Latina) La senadora Elizabeth Warren, una de las aspirantes a la Casa Blanca, manifestó hoy que de convertirse en presidenta aprobará acciones ejecutivas para aumentar los salarios de las mujeres de color en Estados Unidos.
La propuesta de la legisladora pretende abordar las dificultades económicas de las afronorteamericanas, latinas, nativas americanas y asiáticas, quienes, de acuerdo con Warren, enfrentan una discriminación sistémica que el Gobierno del país ha ayudado a perpetuar.
Es hora de que el ejecutivo intente corregir esos errores e impulsar nuestra economía en el proceso, señaló la miembro de la Cámara Alta en una publicación en la plataforma Medium.
Warren mencionó que, en 2017, a las mujeres negras les pagaban 61 centavos por cada dólar que ganaban los hombres blancos, mientras las nativas recibieron solo 58 centavos y las latinas 53, al tiempo que la brecha en los ingresos semanales entre las mujeres blancas y negras «es hoy más alta que hace 40 años».
Para hacer frente a ese y otros problemas, la senadora prometió promover la equidad en el sector privado a través de nuevos requisitos históricos para contratistas federales.
De ese modo, dice que firmará una orden ejecutiva que negaría oportunidades de contratos a empresas con malos registros de diversidad e igualdad de remuneración, y exigiría que todos los contratistas divulguen datos sobre el salario y la función de los empleados, desglosados por raza, género y edad.
Además, prohibiría a las empresas obtener contratos federales si solicitan información sobre salarios anteriores o violan la guía de antecedentes penales de la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo, con el fin de evitar la discriminación contra personas anteriormente detenidas o encarceladas.
También indicó que los contratistas federales deben otorgar un salario mínimo de 15 dólares por hora y beneficios (incluidos los permisos familiares pagados, los horarios justos y los derechos de negociación colectiva) a todos los empleados.
Esto tendrá un efecto de gran tamaño en las mujeres de color, que realizan una parte desproporcionada del trabajo con salarios más bajos, consideró.
Warren estimó, asimismo, que el Gobierno federal hace una labor pésima en diversidad e inclusión, porque a pesar de que las mujeres latinas y negras tienen alta presencia en la fuerza laboral federal, se encuentran casi ausentes de sus rangos de liderazgo.
Por eso quiere, entre otras acciones, crear nuevos programas de becas pagadas para empleos federales dirigidos a solicitantes de minorías y de bajos ingresos, que se enfoquen especialmente en agencias donde las mujeres de color están menos representadas.