A unos cuantos días del arranque del gobierno de Miguel Barbosa se cuestiona el hecho de que han aparecido solicitudes de educadores para ocupar plazas de docentes en instituciones de educación media superior y superior, bajo el engaño de que esos puestos de trabajo son para activistas de Morena, que colaboraron en la última campaña electoral y que su incorporación es una solicitud del más alto nivel político de Puebla.
Los rumores no han dejado de fluir, ya no se sabe a ciencia cierta que creer, lo que sí es seguro es que ciertos personajes políticos desean aprovecharse de los cambios del nuevo gabinete, mostrando una «buena actitud», pero no visualizan hacia el bienestar de nuestra sociedad poblana.
Morena tendrá que aclarar o deslindarse de estos sujetos, pues no es la primera vez que muchos funcionarios están como «moscas» para ver qué puesto les conceden, sin fijarse en su propia ideología, solo se enfocan en su propio interés.
Se sospecha que Noé Torralba Flores, funcionario de la Secretaría de Educación Pública (SEP), ejerce el cargo director de los Institutos Tecnológicos del estado. Muchas situaciones no concuerdan entre la palabras y promesas de los servidores públicos y sus acciones, los cuales pretenden llevarse una gran ventaja.
Torralba Flores es un funcionario aparentemente vinculado al grupo político del diputado federal Eudoxio Morales, quien denunció el crecimiento desmesurado de la deuda pública de Puebla durante el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas.
Eudoxio Morales, suplente de Fernando Manzanilla Prieto en la diputación que ocupa, y Noé Torralba aparecieron juntos, el 4 de febrero de este año, encabezando el Movimiento de Regeneración Universitaria, que agrupaba a estudiantes y maestros jubilados de la UAP, junto con docentes de las universidades politécnicas y del Colegio de Bachilleres (Cobaep). El propósito de esa organización era apoyar la campaña electoral de Morena. Esto de acuerdo a informes del periódico «La Jornada de Oriente».
Se juzga que Noé Torralba fue incorporado a la Subsecretaría de Educación Superior de la SEP, en donde le asignaron la Dirección de los Institutos Tecnológicos del estado de Puebla. Años antes, laboró en la UAP en donde fue parte de los grupos políticos de Enrique Doger Guerrero y Enrique Agüera Ibáñez, cuando ambos fueron rectores de esa casa de estudios.
Desde la posición que la asignaron en la SEP, cuentan fuentes bien informadas, que Torralba Flores a lo largo de la última campaña electoral habría empezado a agrupar a docentes que ya están laborando con algunas horas clase en universidades tecnológicas y en planteles del Cobaep, a quienes les habría prometido otorgarles una plaza y colocarlos en puestos directivos.
Tácticas para obtener poder
A otros más, al parecer, les ofreció obtener su ingreso a esos sistemas educativos y también, darles cargos de encargados de planteles o de licenciaturas. Es decir, saltar meteóricamente para que sin tener méritos y experiencia puedan volverse coordinadores.
Una vez que se dio el triunfo de Morena en la última elección por la titularidad del Poder Ejecutivo, se supo que Noé Torralba habría empezado a recorrer universidades tecnológicas y planteles del Cobaep, entre otros planteles, para decirles a los directores y rectores que había la necesidad de abrir espacios de docentes a importantes activistas que habían colaborado en la victoria de las votaciones del 1 de junio.
A los pocos días de que hizo la primera petición, volvió a insistir en el tema, bajo el engaño de que se trataba de una exigencia directa del más alto nivel político de Morena.
Algunos de los directivos le hicieron caso, por lo que empezaron a estudiar la posibilidad de sustituir a algunos profesores que se le vencía sus contratos al concluir el último cuatrimestre o semestre, dependiendo del distinto calendario escolar de cada plantel.
Sin embargo, la sorpresa y el conflicto creció cuando Noé Torralba les habría empezado a entregar las supuestas listas de profesores que deben ser incorporados. El motivo de esas reacciones eran por lo siguiente:
Primero: porque pedía que los activistas anotados en las listas fueran nombrados en puestos de directores de carreras, o como coordinadores académicos o administrativos. Es decir, no eran puestos menores o de mediana importancia.
Incluso dicen que un rector, con mucha irritación y sarcasmo, le comentó: “Prácticamente ya estás pidiendo que te deje el cargo de rector”.
Segundo: porque todos los profesores de esas listas son docentes que, sobre todo en el caso de las instituciones de educación superior, no tienen los méritos curriculares para ser directivos o coordinadores de posgrados.
Todos los involucrados son maestros sin grado de posgrado, sin acreditar un segundo idioma y sin experiencia en labores de investigación o de especialización en alguna área tecnológica. Lo grave es que se quiere que sustituyan a académicos que si tienen la formación y méritos que se piden en una institución de educación superior, que está sometida a certificaciones.
Posterior a que circularon las listas de los “recomendados”, narran algunos testigos que la actitud de Noé Torralba dejó de ser la de alguien que hacía una petición, una recomendación o solicitud. Empezó a hacer advertencias y amenazas.
A los rectores de las universidades les habría dicho Noé Torralba que era obligatorio incorporar a los maestros de las “listas” porque si no lo hacen, éstos van a formar sindicatos que les van a reventar huelgas y que para ello, se cuenta con el respaldo del diputado Eudoxio Morales y de funcionarios del gobierno del estado. ¿Será cierto?
Lo grave de esta situación es que efectivamente hay un subsecretario, que no hace mucho dejó las filas del PRI, que a nivel nacional colaboró con Rosario Robles, que ha secundado a Noé Torralba hablándoles a los rectores y diciéndoles que es “por el bien de Morena” y casi, casi, de “la patria”, darles plazas de directivos a los maestros de “las listas”.