México también debe emitir una Alerta de Viaje, para que no viajen los mexicanos a ningún destino turístico de los Estados Unidos, recomendó Alejandro Rojas Díaz Durán, Senador Suplente del Senado de la República y Consejero de MORENA.
El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, incitó con su verborrea fascista y racista, los crímenes de odio contra mexicanos inocentes y pacíficos, por lo que el Gobierno mexicano debe llevarlo ante el Tribunal de la Haya por genocidio, para que sea juzgado por el máximo Tribunal que fue instaurado contra los asesinatos de lesa humanidad, para que de una vez por todas, el Derecho Internacional lo obligue a detener su odio y racismo contra los mexicanos e hispanos, que hoy día ya están en peligro de ser asesinados por fanáticos que siguen y están organizándose para tal efecto.
Esta matanza a sangre fría no debió ser calificada como terrorismo. No lo es de ningún modo.
El Derecho Internacional, aceptado por la ONU, distingue entre el terrorismo y el genocidio, en el cual hay delitos transnacionales e internacionales. El terrorismo está incluido en los delitos transnacionales que no se sujetan a tribunales internacionales, sino a las legislaciones nacionales.
El genocidio, por otro lado, es un delito de lesa humanidad, que es la persecución criminal por motivos de nacionalidad, credo o raza, que se dirimen en tribunales o cortes internacionales.
Aunque el Presidente Trump ya lo calificó como un crimen de odio, no es suficiente, mucho menos calificarlo como terrorismo. Eso es no decir las cosas por su nombre, dejando en riesgo letal a millones de mexicanos en los Estados Unidos.
El Secretario de Relaciones Exteriores del Gobierno de México, Marcelo Ebrard, tiene que reclasificar estos crímenes arteros contra mexicanos, como genocidio, porque de no hacerlo, está en los hechos demeritando la gravedad de los mismos y, lo más delicado, está renunciando a que los tribunales internacionales tomen medidas y juzguen al Presidente Donald Trump, en defensa de los mexicanos que están en riesgo de ser asesinados en cualquier momento.
No solicitar el castigo de quien promueve e incita el genocidio contra los mexicanos en territorio norteamericano, es dejar en la indefensión a millones de mexicanos que están en la mira –literalmente– por aquellos que se consideran superiores a nosotros y que buscan eliminarnos por la vía del genocidio.
Solicitar la extradición del criminal a México no tiene ningún sentido relevante en relación al crimen cometido, incluso, le salvaría la vida de ser juzgado en México. Eso es inadmisible y no es un tema propagandístico ni mediático. Es un tema de la protección y el salvar la vida a millones de mexicanos, porque la efectividad de los hechos, sin la más enérgica de las protestas internacionales, seguirá alentando a que se sigan cometiendo estos crímenes.
Lo más delicado es que éste sujeto, es uno más de una amplia organización de supremacistas, cuya misión es la persecución y asesinato de mexicanos, con premeditación, alevosía y ventaja, motivados por discurso racista de su admirado líder que los induce a cometer genocidio como consecuencia de haber incubado en ellos el odio racial contra los mexicanos.
Ése líder tiene nombre y apellido: el Presidente Donald Trump.
La historia se repite con las funestas consecuencias, tal como lo hiciera Hitler contra los judíos, tan sólo por serlo.
Una barbarie que nunca más debió repetirse y es una vergüenza para la humanidad.
La ONU define claramente el genocidio como «un delito Internacional que comprende cualquiera de los actos perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, de manera sistemática, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal. Estos actos comprenden la matanza y lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo, sometimiento Internacional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial, medidas destinadas a impedir nacimientos en el seno del grupo, traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo»
Más claro ni el agua.
El Presidente Trump debe ser acusado ante el máximo Tribunal de la Haya, que es la Corte Internacional de Justicia de la Organización de las Naciones Unidas, el cual fue instaurado por todos los países del mundo, para juzgar y evitar genocidio y crímenes de lesa humanidad, como los que ya están ocurriendo contra los mexicanos.
No esperemos otro holocausto, porque ya está recorrienddo el fantasma del fanatismo de odio racial, que tiene como fundamento la supremacía racial y la irracionalidad de los actos de aquellos que justifican su letal misión como un deber cumplido.
El Gobierno de México no puede ni debe permitirlo.
Están en riesgo millones de mexicanos que son hoy el blanco de las más estúpidas ideas raciales que solo dejarán una estela de muerte y genocidio contra nuestros hermanos.
Finalmente, el Gobierno de la República también debe emitir una Alerta de Viaje a todos los connacionales, para evitar ir a los Estados Unidos, si no hay necesidad y urgencia de hacerlo.
Una Alerta de Viaje es algo muy común y el Gobierno de los Estados Unidos se la pasa poniéndonos alertas a varios destinos turísticos. Hagamos lo mismo, por congruencia y por decencia.
Tenemos que emitir esa Alerta de Viaje para que ningún mexicano viaje a ningún destino turístico de los Estados Unidos.
Ésa sería una respuesta que impactará en su economía y es una forma de presión para proteger a los mexicanos y que el Presidente Trump sea presionado por los mismos intereses que está defendiendo y que se verán realmente afectados por esta medida.
No podemos dejar pasar un día más sin una respuesta más firme y decidida en favor de la protección y de la vida de nuestros connacionales.