París, 7 sep (Prensa Latina) El movimiento de los Chalecos Amarillos denunció hoy en esta capital que es blanco de una represión violenta por el gobierno, y reiteró su reclamo de renuncia del presidente Emmanuel Macron.
En su cuadragésimo tercer sábado consecutivo de protestas, participantes en una de las movilizaciones convocadas en el país responsabilizaron al ministro del Interior, Christophe Castaner, por esta situación y también demandaron su salida del cargo.
Con su tradicional atuendo y acompañados de pancartas, los chalecos amarillos rechazaron además la reforma de la jubilación promovida por el ejecutivo, al que acusaron de males sociales como la pérdida del poder de compra y las desigualdades.
Asimismo, insistieron en el llamado presente desde hace varias semanas a realizar el 21 de septiembre una gran marcha antigubernamental.
Conscientes de la notable disminución en la cantidad de manifestantes reunidos en los últimos meses, las figuras más conocidas del movimiento instan a revivirlo este mes y a utilizar otras tácticas de lucha.
En ese sentido, Eric Drouet publicó el jueves en las redes sociales un video en el que convoca a sustituir las marchas declaradas ante las autoridades, bajo el argumento de que no han dado mucho resultado, por acciones más audaces, incluyendo las manifestaciones en zonas como los Campos Elíseos, donde tienen prohibido hacerlo.
Por su parte, el gobierno rechaza las acusaciones de represión y defiende las actuaciones policiales con la tesis de que los uniformados responden a la violencia de algunos chalecos amarillos.
De igual manera esgrime que las reformas y medidas emprendidas por Macron tras el estallido de multitudinarias protestas a finales de 2018, responden a las preocupaciones de los franceses.