Washington, 19 sep (Prensa Latina) El presidente estadounidense, Donald Trump, visitó hoy una parte del polémico muro que su administración levanta en la frontera con México y celebró la efectividad de la barrera criticada por muchas voces.
De acuerdo con el diario Los Angeles Times, el mandatario republicano recorrió el área fronteriza de Otay Mesa, un vecindario de San Diego, después de participar en una recaudación de fondos en esa ciudad californiana.
En esa parada, el jefe de la Casa Blanca se reunió con funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza y del Departamento de Defensa, y se refirió a la obra en los límites con México como casi impenetrable.
No se puede escalar, está diseñada para absorber el calor, puedes freír un huevo en esa pared. Si quieres escalarla, tendrás que traer mangueras y agua, expresó Trump sobre la barrera que se convirtió en una de las principales promesas de su campaña en 2016, y la cual aún no ha podido concretar.
Ante la negativa del Congreso a darle al presidente los fondos que demandó para construir el muro, el mandatario declaró en febrero pasado una emergencia nacional en la frontera sur para destinar 3,6 mil millones de dólares del Pentágono a la construcción.
«Esta es ciertamente una tremenda emergencia nacional», declaró hoy a reporteros mientras se paró frente a la pared de nueve metros junto al secretario interino de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, y otros funcionarios fronterizos.
Mientras Trump volaba a bordo de un helicóptero Marine One hacia la frontera, publicó en Twitter una foto de su rostro frente al muro, junto a un texto en español en el que se lee: No más falso asilo. No más «detener y soltar». No más entrada ilegal en Estados Unidos.
El gobernante, quien impulsa agresivas políticas migratorias criticadas a nivel nacional e internacional, está bajo presión de su base conservadora para que concrete el levantamiento del muro de cara a las elecciones de 2020.
Cuando se le preguntó si sentía que había cumplido su promesa electoral de hacer a México costear la obra, el mandatario respondió que la nación vecina está pagando por las tropas que dedica a detener el flujo de migrantes.
Añadió que podría cobrar un arancel del cinco por ciento a los productos mexicanos para sufragar la pared en un plazo de seis meses, lo cual estaría sobre la mesa si México dejara de enviar soldados a la frontera.
Previo a la llegada del gobernante a San Diego, cientos de simpatizantes y opositores del jefe de la Casa Blanca se reunieron en el centro de la ciudad, y mientras los primeros pedían «cuatro años más de Trump», los segundos volaron un globo gigante que lo caricaturiza como un bebé y rechazaron sus políticas.