Washington, 1 oct (Prensa Latina) La huelga de unos 50 mil trabajadores del fabricante estadounidense de automóviles General Motors, desde mediados de septiembre último, obligó a la empresa a cerrar hoy sus fábricas en Silao, México.
El freno a la producción en las plantas de camionetas y trasmisiones fue informado por Dan Flores, vocero de la compañía, según reportes de prensa.
De esa forma, agregaron las informaciones, General Motors enfrenta serios problemas para los nuevos suministros de la camioneta ligera Chevrolet Silverado, su vehículo de más ventas en Estados Unidos.
Por otro lado, los trabajadores en este país están recibiendo 250 dólares a la semana debido al paro, en lugar de su salario básico normal de unos mil 200 dólares durante tal etapa.
A juicio del analista Ryan Brinkman, de la empresa financiera JP Morgan Chase, la huelga le ha costado más de mil millones de dólares al fabricante de vehículos.
Los protagonistas del paro, afiliados en el sindicato United Auto Workers (UAW, siglas en inglés), que negocia con la compañía, reclaman mejores salarios y condiciones laborales.
Primera desde 2007, la huelga comenzó tras dos meses de conversaciones entre UAW y General Motors con el fin de firmar un contrato colectivo.
También, los trabajadores pretenden mayores prestaciones sanitarias y que la entidad limite el uso de empleados temporales y cancele sus planes de cerrar en 2020 las respectivas plantas de Lordstown y Hamtramck, en Ohio y Michigan.
En los inicios del paro, la UAW estimó que las dos partes negociadoras estaban solamente de acuerdo en el dos por ciento del contenido del contrato colectivo, y eso, apuntaron diversas fuentes, sugería posturas alejadas y mucho tiempo para una posible solución.