Informa el titular de Profeco, Ricardo Sheffield, sobre la clausura de una gasolinera que vendió combustible mezclado con agua en la carretera México-Toluca:
“Una gasolinera que estuvo expendiendo algunos minutos, porque no llegó a ser ni hora, gasolina revuelta con agua, o agua revuelta con gasolina, más bien. Van a tener que pagar la reparación de más de treinta vehículos, y Profeco se va a encargar de que paguen. En promedio le va a costar 30 mil pesos la reparación de cada vehículo. No es la forma de robar, ni lo hacen por robar, lo hacen por no invertir en el mantenimiento de sus estaciones”.
También dio a conocer de la clausura de una estación en Acapulco, Guerrero, ya que todas sus bombas estaban arregladas para robar el diez por ciento del producto a sus clientes.
Explicó que la semana que pasó la gasolina magna más barata se vendió en Villahermosa, Tabasco, y la más cara en Los Cabos, Baja California; mientras que en Premium, la de más bajo precio se despachó en Cuernavaca, Morelos, y la más cara en Benito Juárez, en la Ciudad de México.