Washington, 8 nov (Prensa Latina) El presidente estadounidense, Donald Trump, se mostró hoy a favor de levantar algunos de los aranceles impuestos por su administración a los productos chinos, pero descartó que vaya a eliminar todos los gravámenes.
En declaraciones a periodistas al salir de la Casa Blanca el mandatario republicano, quien desató una guerra comercial con el gigante asiático mediante la aplicación de continuas tarifas, dijo que no hará una derogación total de los aranceles sobre mercancías valoradas en unos 360 mil millones de dólares al año.
Les gustaría tener una reversión. No he aceptado nada. A China le gustaría obtener un retroceso, pero no sería un retroceso completo, porque saben que no lo haré, manifestó el gobernante, cuya política arancelaria ha sido criticada dentro y fuera del país.
Trump volvió a reiterar a que a Beijing le gustaría mucho más que a él llegar a un acuerdo, a pesar de las advertencias de economistas y empresarios que sostienen que los gravámenes sobre las mercancías chinas en realidad son pagados por las empresas y consumidores de Estados Unidos.
Sus pronunciamientos sobre el tema se producen después de varios días de especulaciones y reportes sobre la fase uno de un acuerdo comercial que Trump podría firmar en las próximas semanas junto a su homólogo de China, Xi Jinping.
El portavoz del Ministerio de Comercio del gigante asiático, Gao Feng, aseguró ayer en una rueda de prensa que los líderes negociadores de ambas partes acordaron retirar las tarifas adicionales por etapas, a medida que se hagan progresos para llegar a un mecanismo final.
China y Estados Unidos lograron un acuerdo limitado durante su décimo tercera ronda de negociaciones comerciales celebradas en esta capital a principios de octubre pasado, cuando se puso pausa a la escalada del enfrentamiento entre los dos países.
A partir de este entendimiento, la Casa Blanca canceló un alza tarifaria que preveía aplicar a partir del 21 de octubre sobre bienes chinos valorados en 250 mil millones de dólares al año, mientras el gigante asiático aceptó comprar productos agrícolas de la nación norteña por valor de 50 mil millones de dólares.
Pero un análisis difundido esta semana en Estados Unidos señaló la urgencia de eliminar también los gravámenes que estaban vigentes antes de lo pactado en ese mes.
De acuerdo con el estudio, realizado por la coalición de grupos comerciales Tariffs Hurt the Heartland, los consumidores y empresas estadounidenses desembolsaron en total 38 mil millones de dólares adicionales en gravámenes desde que comenzaron los enfrentamientos con China en febrero de 2018 hasta septiembre último.
Solo en ese último mes, pagaron un total de 7,1 mil millones de dólares en aranceles, una cifra récord, de los cuales 4,1 mil millones de dólares correspondieron a las tarifas aplicadas por Trump a las importaciones chinas.