Después de varias semanas de protestas masivas y señalamientos de fraude electoral, el ex presidente de Bolivia, Evo Morales, ya se encuentra en México, tras haber aceptado el asilo político.
El ex mandatario está bajo resguardo y con vigilancia de militares mexicanos.
De acuerdo con fuentes oficiales, Morales podría recibir un apoyo para sus gastos básicos, y tiene derecho a servicios de salud y ejercer el derecho al trabajo.
De manera paralela en Bolivia, la senadora de oposición, Jeanine Áñez se declaró presidenta interina y pidió convocar a elecciones en 90 días.