Buenos Aires, 17 nov (Prensa Latina) El presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, confirmó hoy que enviará al Congreso un proyecto de ley sobre la legalización del aborto e insistió en que su prioridad será combatir la pobreza y el hambre.
En una entrevista exclusiva con el diario Página 12, el elegido para llevar las riendas de esta nación austral los próximos cuatro años habló de todo, sobre las tensiones que se respiran en el continente, pero de lo más apremiante según dijo, poner a Argentina de pie.
En su diálogo con los periodistas Felipe Yapur y Victoria Ginzberg, subrayó que a partir del 10 de diciembre dependerá de todos los que forman parte de ese proyecto conducido por él y su vicepresidenta Cristina Fernández que las cosas salgan bien.
«Vamos a decidir nosotros y por lo tanto vamos a prestarle más atención a los que más sufren. Esa alegría está mezclada con una gran dosis de responsabilidad, pero también tengo tranquilidad porque sabemos por dónde hay que caminar», sostuvo tras añadir que no hay nada más urgente que la pobreza y el hambre.
Ese será su mayor reto y espera que al terminar su mandato, cuando se cumplen 40 años de democracia, demostrar que era verdad esa frase del expresidente Raúl Alfonsín cuando señaló: con la democracia se come, se educa y se cura.
Con una posición firme sobre la legalización del aborto -tema que divide hoy a la sociedad y cuyo proyecto se cayó en una histórica sesión en el Senado el 8 de agosto de 2018-, el nuevo mandatario adelantó que va a haber una propuesta de ley enviada por el presidente.
Sobre la convulsión que se respira en países hermanos de Sudamérica, subrayó que «nos complica humanamente ver lo que los bolivianos están viviendo. Nos complica humanamente lo que ocurre en Chile», dijo tras una vez más insistir en la importancia de la unidad latinoamericana.
Toda interrupción democrática es un problema y complica la posibilidad de esa unidad. Pero hay problemas serios en muchos lados. No sé cuántos muertos hay hoy en Bolivia, pero el vicepresidente boliviano (Álvaro) García Linera me dijo que era una cantidad muy importante, sostuvo.
¿Y qué hacen los organismos internacionales? ¿Qué hace Naciones Unidas? ¿Qué hace la OEA? ¿Qué están haciendo? ¿Cómo vamos a seguir avalando a una mujer que un día se le ocurrió autoproclamarse presidenta ante un Congreso vacío?, se preguntó.
Abordado sobre la posición que tuvo el actual gobierno argentino por no querer calificar como golpe de estado lo ocurrido en Bolivia, apuntó que no le llamó la atención «porque sé cómo piensan. Pero sí me avergüenza. Se lo dije al presidente, eso lo quiero aclarar».
Y continuó: hay otros problemas en Latinoamérica. Nos estamos olvidando de Ecuador, donde están deteniendo opositores bajo la falsa acusación de sediciosos. Nos olvidamos que hay un vicepresidente preso que se llama Jorge Glass, hace dos años y medio, por un juicio inventado.
Están sucediendo muchas cosas que no se pueden dejar pasar por alto. Cuando hablo así dicen que mi política exterior se parece a la de Cristina (Fernández). ¿Defender los derechos humanos? También me puedo parecer a (Jimmy) Carter. La estabilidad democrática, como los derechos humanos la voy a defender siempre, remarcó.
Asimismo, agregó que cuando habló con el presidente de Chile, Sebastián Piñera, le dijo que lo podía ayudar. Sabía que estaba hablando con alguien que no piensa como yo, pero igual le pedí que escuchara lo que está diciendo las chilenas y chilenos porque hace falta. Creo que en el continente debemos reconstruir la unidad, insistió.
Fernández enfatizó que en Bolivia hubo un golpe de estado y en el resto de los países, reacciones de pueblos que reclaman más progresismo. «Eso hay que tenerlo claro, en Chile y en Ecuador reclaman más progresismo y en Perú también», sostuvo.
Para el mandatario electo no es verdad que haya un retroceso. «Lo digo porque de lo contrario la gente se confundirá.
Los factores de poder nunca soportaron que Evo Morales, un indígena, gobierne, y a la luz de los resultados no sólo fue el mejor presidente, sino que es la primera vez que los bolivianos tuvieron un presidente que se les parezca.
Sobre la futura relación con Estados Unidos precisó que debe ser el vínculo que tiene un país como Argentina con la primera potencia del mundo y espera tener una relación madura y de respeto y no de confrontación. Yo no creo que debamos confrontar con Estados Unidos, manifestó.