El primer ministro de Irak, Adil Abdul Mahdi, presentó su renuncia al Parlamento para que los legisladores puedan elegir un nuevo gobierno, en medio de las protestas que han dejado más de 400 muertos, las cuales iniciaron desde octubre pasado.
La decisión de Mahdi se produjo después de que la máxima autoridad religiosa chiita, exhortó a los parlamentarios a reconsiderar su apoyo al gobierno.
Las manifestaciones exigen un freno a la corrupción, los altos índices de desempleo y la falta de servicios públicos.