Washington, 11 ene (Prensa Latina) El gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, mantiene sus continuos ataques contra los viajes a Cuba, al impulsar restricciones a los vuelos chárter que harán aún más difícil visitar provincias fuera de La Habana.
En un comunicado difundido este viernes, el secretario de Estado, Mike Pompeo, informó que le pidió al Departamento de Transporte (DOT) suspender hasta nuevo aviso todos los vuelos chárteres públicos entre Estados Unidos y destinos cubanos que no sean el Aeropuerto Internacional José Martí de la capital de la isla.
La declaración añadió que se verán afectados nueve aeropuertos del país vecino, y precisó que los operadores de ese servicio tendrán un periodo de 60 días para descontinuar todos los vuelos afectados.
Asimismo, Pompeo agregó que el DOT limitará el número de vuelos chárter que podrán dirigirse a la mencionada terminal aérea de La Habana, lo cual quedará definido en una orden a emitir en un futuro próximo.
Esta acción es un nuevo golpe para la ya afectada comunicación aérea entre las dos naciones, pues mediante una medida similar, desde el pasado de 10 de diciembre la administración Trump canceló todos los vuelos de las aerolíneas comerciales norteamericanas a los destinos cubanos fuera de la capital.
Desde el inicio de esa restricción, los chárteres vieron incrementar sus viajes, fundamentalmente ante la demanda de miles de cubanoamericanos que necesitan visitar a sus familiares en diferentes provincias del país alejadas de La Habana.
Esa alternativa todavía presente desaparecerá en marzo próximo con la nueva decisión, lo cual impondrá más afectaciones a las familias, porque recorridos que antes demoraban solo el tiempo de viaje en avión demandarán movimientos mucho más prolongados por tierra desde la capital hasta el destino final.
Tanto con el cambio de diciembre como ahora, el ejecutivo del republicano indicó que busca evitar que el gobierno del país caribeño tenga acceso a ingresos provenientes de los viajeros estadounidenses; y mencionó como motivos para adoptar estas medidas presuntas violaciones de derechos humanos y el apoyo del país antillano al gobierno constitucional de Nicolás Maduro en Venezuela.
Del mismo modo que ocurrió con la restricción anterior, este viernes se levantaron voces de condena contra la decisión de Washington, las cuales denunciaron que con ella se perjudica al pueblo cubano y a las familias en las dos naciones, al tiempo que se limita más la libertad de viajes de los estadounidenses, quienes tienen prohibido ir a Cuba como turistas.
«¿Quién se verá perjudicado por esto? Familias, madres, padres, hermanas, hermanos, hijos, hijas. La administración Trump está lastimando a Florida y a las familias cubanoamericanas…nuevamente», expresó en Twitter la congresista demócrata Kathy Castor.
El «regalo de Año Nuevo» de la administración Trump para el pueblo cubano destaca la naturaleza cínica de la política actual y una seria desconexión entre el objetivo declarado de «apoyar al pueblo cubano» y el efecto en tiempo real de dañarlo, expresó, a su vez, Collin Laverty, presidente de la organización Cuba Educational Travel.
Para el embajador de la mayor de las Antillas en Estados Unidos, José Ramón Cabañas, el objetivo de esta medida es limitar la cantidad de personas que ven por sí mismas la realidad del país vecino.
Asimismo, seis organizaciones emitieron un comunicado conjunto en el que condenaron la nueva restricción de vuelos y llamaron al Congreso del país a aprobar la Ley de libertad para que los estadounidenses viajen a Cuba de 2019.
Detener la capacidad de los cubanoamericanos de ver a sus familias es una violación de los derechos humanos. Es un acto político cínico y cruel que está por debajo de los valores y la dignidad de este gran país, consideró James Williams, presidente de Engege Cuba, una de las agrupaciones que suscribieron esa declaración.
Este golpe a los vuelos fue criticado, además, por cubanos residentes en el sureño estado de Florida, entre ellos Carlos Rafael Diéguez, periodista de Radio Miami, quien declaró a Prensa Latina que no existen dudas de que la administración Trump, «en contubernio con la ultraderecha anticubana de Miami, se propuso acabar con la Revolución, pero no lo logrará».
Mientras más medidas impone el gobierno estadounidense contra la isla, mayor resulta la unidad de los cubanos, afirmó Diéguez.
Los más afectados son las familias y los pueblos, pero Cuba y los cubanos no se rinden, eso debería quedar bien claro, opinó, por su parte, Elena Freyre, presidenta de la Fundación para la Normalización de las Relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
Jamás dejaremos de viajar a visitar a nuestros familiares y a nuestra patria, enfatizó Freyre, y sus palabras parecen corroborarse con cifras difundidas esta semana por el canciller de la isla, Bruno Rodríguez, quien informó que más de 623 mil cubanos residentes en el exterior estuvieron en la nación antillana en 2019.
De ese total, y pese a regulaciones anteriores adoptadas por el ejecutivo norteamericano, 552 mil 816 procedieron de Estados Unidos.