Washington, 12 ene (Prensa Latina) Más de una decena de militares de Arabia Saudita abandonarán Estados Unidos tras el tiroteo el mes pasado perpetrado por un compatriota en una base naval de Pensacola, Florida, divulgó hoy la cadena de televisión CNN.
El agresor, identificado como Mohammed Saeed Alshamrani, de 21 años de edad y miembro de la fuerza aérea de Arabia Saudita, asesinó el último 6 de diciembre a tres personas e hirió a otras ocho antes de morir a manos de agentes del orden.
Según fuentes conocedoras de la decisión, los uniformados sauditas, quienes se preparan en instalaciones norteamericanas, no están acusados formalmente de ayudar al agresor, pero tienen nexos con movimientos extremistas.
Las informaciones periodísticas reiteraron que el reino, cuyo monarca, Salman bin Abdulaziz, trasmitió condolencias a Estados Unidos por el suceso, se ha mostrado dispuesto a colaborar con la investigación sobre la tragedia.
Pocos días después del hecho, investigadores norteamericanos consideraron que el autor del tiroteo actuó sin compañía, pero era necesario determinar los motivos de la agresión.
Rachel Rojas, a cargo de la oficina del Buró Federal de Investigaciones (FBI) en Jacksonville y al frente de las pesquisas, aclaró que dicha entidad estaba trabajando, como hace en la mayoría de esos acontecimientos, sobre la presunción de que se trata de un acto de terrorismo.
Sin embargo, precisó que esa consideración se hace para permitir que los investigadores puedan usar herramientas especiales reservadas para tales situaciones.
«Estamos laborando muy duro para descubrir los motivos y pido paciencia para que podamos hacerlo bien», afirmó Rojas en una conferencia de prensa.
Puntualizó que más de 80 agentes especiales del FBI, 100 personas de apoyo y otros investigadores de la Marina y de varias agencias federales participan en la pesquisa.
De acuerdo con Rojas, la pistola Glock de calibre nueve milímetros que usó el atacante, quien estaba en dicha base como parte de un programa de formación de la Marina estadounidense dirigido a países aliados, fue comprada de manera legal en algún lugar de Florida.
Reportes apuntaron que en Estados Unidos es legal que un extranjero con visa de no inmigrante adquiera una pistola si cumple ciertas condiciones, incluido tener una licencia de caza.