Beijing, 26 ene (Prensa Latina) Autoridades sanitarias de Beijing, capital de China, informaron hoy el uso de un medicamento contra las infecciones del VIH/sida en el tratamiento al coronavirus que causa neumonía, con casi 60 muertos y dos mil infectados.
Según un breve despacho del diario Global Times, dirigentes del sector confirmaron que el Lopinavir se administra actualmente a los pacientes de la ciudad de Wuhan, el epicentro de la epidemia, mientras en internet varios comentarios aseguran es efectivo.
Aparte de ese medicamento, se supo que la urbe recibirá en breve 81 juegos de equipos oxigenadores de membrana extracorpóreo, conocidos popularmente como «pulmones artificiales», luego que uno de sus enfermos más graves se curó cuando lo conectaron a esos dispositivos.
China recurre a los medios posibles ante la emergencia derivada del coronavirus 2019-nCoV, pues es nuevo, puede mutar, se transmite de persona a persona por el tracto respiratorio y es casi idéntico al patógeno que causó el letal síndrome respiratorio agudo severo de 2003.
De conjunto, científicos nacionales y de Estados Unidos trabajan en la búsqueda de una vacuna contra el mal, pero advierten podría tomar varios meses.
El empeoramiento de la situación epidemiológica obligó a decretar la máxima emergencia en 30 de las 34 regiones administrativas del país y ahora la enfrentan con la más alta prioridad al clasificarla de amenaza seria para la salud pública.
La aduana comenzó a exigir una declaración de salud en los puntos fronterizos, el Gobierno detendrá desde mañana la venta de viajes turísticos nacionales y extranjeros, en tanto Beijing y la vecina municipalidad de Tianjin interrumpieron las rutas interprovinciales.
A nivel internacional, suman al menos 28 los casos detectados en Tailandia, Japón, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, Vietnam, Singapur, Malasia y Nepal, entre ciudadanos chinos que residen o visitaron Wuhan recientemente.
Canadá informó de un sospechoso también procedente de la capital de Hubei.
Hace unas horas, el presidente Xi Jinping ordenó una labor más fuerte en la lucha por contener la epidemia y la definió como la tarea más apremiante de China donde la preservación de las vidas humanas constituye la máxima prioridad.
Instruyó a los líderes del Gobierno y el Partido Comunista de China a permanecer en sus puestos de trabajo de manera que puedan garantizar la estabilidad y tranquilidad social durante los feriados por el Año Nuevo Lunar.
El Partido movilizará a grupos de dirigentes hacia Hubei para supervisar, guiar y tomar las decisiones pertinentes según evolucione la epidemia.
El presidente Xi Jinping enfatizó en la importancia de proporcionar información transparente, constante e inmediata sobre el brote, llamó a enviar más suministros y personal médico de toda China a Wuhan, y organizar las operaciones de prevención y control epidemiológica sobre la base científica.