Sube a 20 cifra de víctimas de deflagración en Perú

Lima, 30 ene (Prensa Latina) A una semana de la deflagración del gas fugado de un camión cisterna, el número de muertos por el fuego subió hoy a 20, y el gobierno declaró en emergencia la zona del siniestro, mientras 25 heridos luchan por sobrevivir.


El ministerio de Salud informó que John Valladolid, Yordi Sánchez y Víctor Ambrocio , de 30 años, fallecieron hoy por las graves quemaduras sufridas en el siniestro y que siguen graves otros 25 heridos en diversos hospitales.


Coincidentemente, un decreto supremo declaró en emergencia a la zona del municipio de Villa El Salvador en el que se registró la deflagración causada por la rotura del tanque del camión, por un desnivel en la pista por la que circulaba.


El decreto dispone medidas y acciones de excepción, inmediatas y necesarias, de respuesta y rehabilitación ante los daños materiales causados por el incendio, las que ejecutarán los municipios provincial de Lima y distrital de Villa El Salvador.


La coordinación estará a cargo del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) y la participarán los ministerios de Salud, Vivienda, Ambiente, Interior, Defensa y de la Mujer, así como las demás instituciones públicas y privadas involucradas.


La tragedia del 23 de enero, entretanto, hizo salir a luz pública la informalidad del mercado de gas licuado, la negligencia de los mecanismos de control y otras instancias que debieron y no pudieron impedir la desgracia que costó 20 vidas.


El camión que transportaba el combustible no estaba indicado para ese tipo de servicio y la empresa que lo empleaba funcionaba en forma irregular, sin contar siquiera con licencia municipal.


El presidente de la Sociedad Peruana de Hidrocarburos, Felipe Cantuarias, el accidente ocurrido desnudó la creciente informalidad no solo de empresas no registradas, sino legalmente establecidas que incurren en prácticas informales, sin que las autoridades supervisoras lo impida.


El empresario estimó que el 50 por ciento del mercado del gas licuado es informal, con prácticas como la de vender como combustible para automotores, el gas subsidiado para consumo hogareño.


El gerente general de la Asociación de Grifos y Estaciones de Servicio (Agesp), advirtió que, con tal nivel de informalidad, persiste el riesgo de que se repitan accidentes como el registrado hace una semana.