Despiden a carabineros en Chile por golpiza a joven estudiante

Santiago de Chile, 2 feb (Prensa Latina) Siete carabineros fueron dados de baja hoy por propinarle una golpiza a un joven de 18 años en esta capital, en una muestra más de la brutalidad que despliegan esas fuerzas contra los manifestantes.


Matías Pérez, estudiante universitario, fue abordado por nueve carabineros, algunos vestidos de civil, el 29 de enero tras participar en una manifestación por la muerte del hincha de Colo Colo Jorge Mora, los cuales lo golpearon salvajemente causándole fracturas en las costillas y múltiples contusiones,  y luego escaparon.


El hecho fue grabado por una cámara de seguridad de una vivienda y rápidamente reproducido en redes sociales, lo que causó un rechazo generalizado y obligó, ante las evidencias, a que el alto mando de la institución policial tomara medidas.


Según declaró el coronel Eduardo Witt, la destitución de los carabineros, entre ellos dos suboficiales, fue ordenada por el jefe de ese cuerpo, general Mario Rozas.


El alto oficial dijo a la prensa que lo acontecido «se trata de una situación inaceptable e intolerable, fuera de todo protocolo y norma, y al margen de la ley», por lo que se pondrán todos los antecedentes a disposición de la Fiscalía.


Melissa Ramos, madre del joven, dijo a Radio Bío Bío que tiene una fractura costal grave y está inmovilizado totalmente pues si se mueve los huesos astillados pueden perforarle los órganos e incluso provocarle la muerte, y aseguró que «si la golpiza hubiese sido un poco más larga, me lo matan».


Numerosos cibernautas denunciaron en las redes sociales que la medida aplicada por el mando obedece a que el video dejó en evidencia la brutalidad policial, pero si no hubiera sido así los victimarios continuarían cometiendo impunemente todo tipo de violaciones.


Personalidades, políticos y organizaciones internacionales y locales han denunciado reiteradamente la brutalidad policial, que desde el 18 de octubre de 2019, cuando se inició un amplio movimiento de protestas populares, ha dejado más de tres mil heridos de bala, perdigones y bombas lacrimógenas.


Igualmente se contabilizan miles de casos de golpizas, torturas, abusos sexuales, entre otros delitos, tanto en plena calle como al interior de las instalaciones policiales.