Washington, 29 feb (Prensa Latina) El presidente Donald Trump llamó hoy a la calma tras la confirmación de la primera muerte por el COVID-19 en Estados Unidos.
Según informó el mandatario en una rueda de prensa en la Casa Blanca, la víctima fatal era una persona del sexo femenino del estado de Washington, justo el territorio del país donde se diagnosticó en enero el primer caso aquí del nuevo coronavirus.
Trump identificó a la fallecida como «una mujer maravillosa, una paciente de alto riesgo médico de unos 50 años».
El gobernante, quien estaba acompañado de las autoridades federales de Salud, subrayó, sin embargo, que «no hay necesidad de entrar en pánico» por la noticia.
No obstante, ante la propagación del virus, Trump ordenó este sábado prohibir la entrada a territorio nacional de cualquier ciudadano que haya visitado Irán en los últimos 14 días, además emitió alerta de viajes para ciertas zonas de Italia y Corea del Sur, igualmente evalúa la situación respecto a México.
El doctor Robert Redfield, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, siglas en inglés), dijo que no había pruebas de que la paciente fallecida realizara un viaje reciente o que hubiese estado en contacto con alguien conocido por tener el virus.
En un comunicado, el gobernador de Washington, Jay Inslee, expresó que «es un día triste en nuestro estado (…) seguiremos trabajando para que llegue el día en que nadie muera a causa de este virus».
La víspera, funcionarios de salud de los estados de Washington, Oregón y California anunciaron que dieron positivo a las pruebas un estudiante de secundaria del norte de Seattle; un empleado de una escuela primaria en Oregón, cerca de Portland; y una mujer en el condado de Santa Clara, en el corazón de Silicon Valley.
Ninguno de ellos tiene historial de viajes ni de vínculo con alguna persona infectada.
Para los expertos, esta es una señal de que el virus que mató a más de dos mil 800 personas, la mayoría en China, y contagió a decenas de miles alrededor del mundo, podría ahora estar propagándose en territorio estadounidense.
Trump, criticado por sus contradicciones sobre el brote epidémico, descartó -hasta ahora- revaluar los fondos del presupuesto de los CDC porque, declaró, es «fácil» contratar doctores y personal cuando se necesita.
Por su parte, el Congreso prometió un paquete que ronda los mil 500 millones de dólares para hacer frente a la emergencia sanitaria.
Los especialistas señalan que las personas mayores, en particular las que padecen enfermedades crónicas como las del corazón o los pulmones, son notablemente vulnerables ante el contagio con el COVID-19.