La nueva cepa de coronavirus tardó en llegar a África en relación a otras partes del mundo, pero ahora crece de manera exponencial y sigue expandiéndose, alertó la oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Precisó que con datos de la víspera, había más de 10 mil contagios confirmados y 500 muertes, debido al regreso de africanos desde Asia, Europa y Estados Unidos.
Tras el registro de su primer caso, el 14 de febrero en Egipto, la enfermedad está ahora presente en 52 países, al principio en sus capitales, pero ahora en múltiples regiones, precisó la oficina de la OMS, una de las dos que atiende al continente africano.
La presencia del COVID-19 más allá de las ciudades significa la apertura de un nuevo frente de lucha, afirmó en un comunicado este miércoles Matshidiso Moeti, director regional de la OMS para África con sede en República del Congo.
Pidió que ante ese nuevo frente se aplique un esfuerzo descentralizador para el combate en el contexto local, empoderando a las comunidades.
Señaló que en Ghana, Kenia, Etiopía, Egipto, Marruecos, Túnez y Nigeria, se ha impulsado la descentralización a través de laboratorios que realizan pruebas de detección de la infección.
Aseguró que África aún tiene la oportunidad para reducir la velocidad de expansión de la nueva cepa de coronavirus, por lo que llamó a una respuesta general de investigación en materia de salud pública y medidas de distancia física.
La oficina de la OMS en República del Congo atiende a 47 países, en su mayoría de la región subsahariana, mientras la representación para el Mediterráneo Oriente se responsabiliza de Djibouti, Egipto, Libia, Marruecos, Somalia, Sudán y Túnez.