Washington, 13 may (Prensa Latina) La Casa Blanca hizo una nueva proyección para agosto que eleva a más de 147 mil las posibles muertes por la Covid-19, que al día de hoy deja en Estados Unidos cerca de 83 mil fallecidos.
Las cifras, actualizadas por el rastreador digital Worldometers, muestran la existencia de alrededor de un millón 400 mil contagiados, en una tendencia aún incontrolable de la progresión del virus dentro del territorio nacional.
Los datos ratifican que Estados Unidos sigue siendo, por mucho, el punto caliente del mundo en materia del nuevo coronavirus. Solo por el conteo de casos confirmados tiene más que la suma de seis países: España, el Reino Unido, Rusia, Italia, Francia y Alemania.
El hecho contrasta con las estadísticas de que al menos 25 millones de estadounidenses salieron de sus casas esta semana, a tono con el relajamiento de las restricciones en una cantidad de estados que decidieron la reapertura gradual de sus economías.
Incluso, las playas del área de Los Ángeles anunciaron que abrirían este miércoles para «actividades y ejercicios en el océano» pero no para «reunirse, sentarse y tomar el sol», de acuerdo con un mensaje publicado en Twitter.
Sin embargo, el doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, y el doctor Robert Redfield, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, predijeron consecuencias nefastas si la nación se reabriera demasiado rápido.
Durante su testimonio ayer por videoconferencia al Comité de Salud del Senado, ambos expertos insistieron en que Estados Unidos todavía carece tanto de la capacidad de realizar pruebas críticas como de rastrear los contactos de los infectados.
«Existe un riesgo real de que se desencadene un brote que no se pueda controlar», advirtió Fauci, quien calificó de «inaceptable» que más de 80 mil personas hayan fallecido aquí a causa de la enfermedad.
Los pronósticos sombríos de los especialistas contradicen -como casi siempre- los criterios del presidente Donald Trump empeñado en plantear que las cosas mejoran.
El lunes el mandatario afirmó que los «números de coronavirus» están disminuyendo en casi todo el país, una opinión que simplifica en exceso las tendencias en los totales diarios de casos y muertes.
«Los números están muy por debajo de lo que estaban hace dos semanas», «los números están bajando sustancialmente, y este fin de semana fue uno de los más bajos que hemos tenido», «los números están bajando muy rápidamente, en todo el país, por cierto», son algunas de las ideas que reiteró el gobernante republicano.
Si bien la tasa de nuevas infecciones diarias en Estados Unidos ha disminuido desde su punto máximo a mediados de abril, los totales de casos diarios en varios estados siguen aumentando, entre ellos Minnesota, Nebraska, Dakota del Sur, Kansas y Maryland.