Beijing, 27 may (Prensa Latina) La policía de Hong Kong (sur de China) desplegará hoy tres mil oficiales y equipos antimotines alrededor del edificio legislativo para evitar actos ilegales y violentos en las manifestaciones previstas por sectores de la oposición.
Esa entidad confirmó al diario Global Times que presta alta atención a los acontecimientos y mostrará tolerancia cero ante acciones que perturben el orden público, como los reportados el domingo.
Según otros medios, los oficiales usarán cañones de agua en caso de bloqueos de calles o intentos por obstruir el debate en el Consejo Legislativo.
Aparte, la oficina de enlace del Consejo de Estado (Gabinete) con la región administrativa especial advirtió el lunes que fracasarán los planes de «grupos extremistas de incendiar la ciudad con ellos» y enfatizó en no subestimar la determinación de Beijing a controlar la crisis en Hong Kong.
«El Gobierno central de China está completamente preparado para manejar cualquier situación compleja (…) y si esas personas insisten en sus actos arbitrarios, lo único que recibirán son sanciones legales», remarcó.
En ese contexto, el cuartel del Ejército chino desplegado en Hong Kong indicó ayer que ejecutarán allí las políticas y decisiones de Beijing destinadas a salvaguardar la prosperidad y estabilidad duradera.
La llamada Perla del Oriente vive momentos de creciente agitación tras comenzar el viernes pasado el debate de un proyecto de ley en el Legislativo chino para reforzar la seguridad nacional en su suelo, ante la persistencia de la inestabilidad sociopolítica.
El domingo hubo una de las mayores marchas masivas contra el texto y, al igual que otras en los últimos meses, se tornó violenta con altercados con la policía, vandalismo e incendios a la propiedad pública.
Según se conoció, el documento consta de siete artículos y busca neutralizar la organización y ejecución de actos de terrorismo, secesión, subversión del poder del Estado y de intromisión foránea.
Una vez aprobada la norma se incluirá en el Anexo III de la Ley Básica -el documento constitucional de Hong Kong- y no necesitará el visto bueno del Consejo Legislativo local.
No obstante, las autoridades indicaron que continuarán protegidos los intereses de los inversores extranjeros en concordancia con la ley y la zona disfrutará de mejores condiciones para el desarrollo.
Incluso la jefa ejecutiva del territorio, Carrie Lam, aseguró que la población mantendrá sus libertades y derechos aunque se adopte la legislación.