Santiago de Chile, 2 jul (Prensa Latina) Unos 2,7 millones de empresas podrían cerrar, dejando en la calle a más de ocho millones y medio de trabajadores a causa de la pandemia de Covid-19, dijo hoy Alicia Bárcena, secretaria Ejecutiva de la Cepal.
La alta funcionaria de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) añadió que más de un tercio del empleo formal y un cuarto del producto interno bruto (PIB) de la región se generan en sectores fuertemente golpeados por la crisis económica agudizada por la pandemia.
Bárcena presentó hoy en esta capital un nuevo estudio de ese organismo titulado Sectores y empresas frente a Covid-19: emergencia y reactivación, que analiza la difícil situación teniendo en cuenta la magnitud -fuerte, significativa o moderada- que la emergencia sanitaria tendrá sobre las entidades y sectores.
Bárcena explicó que la crisis económica derivada de la pandemia ha perjudicado sobremanera a todas aquellas actividades caracterizadas por la concentración de personas, desde el turismo a la cultura, pero también a los sectores industriales de mayor dinamismo tecnológico y, por ello profundizará los problemas estructurales de las economías de la región.
Esto implica que si no se implementan políticas adecuadas para fortalecer esas ramas, es probable que ocurra una regresión de las economías hacia actividades primarias, alertó.
Ante esta situación, dijo, la Cepal enfatiza en la necesidad de dar una respuesta a gran escala para evitar la destrucción de capacidades productivas, con cuatro conjuntos de medidas que incluyen ampliar los plazos y alcances de las líneas de liquidez y financiamiento para las empresas.
También, que los estados ayuden a cofinanciar la nómina salarial de las empresas durante seis meses para evitar la destrucción de capacidades; realizar transferencias directas a los trabajadores autónomos, y apoyar a las grandes compañías de sectores estratégicos que resulten gravemente afectadas por la crisis.
Sobre estas últimas resaltó su importancia ya que proveen el 39 por ciento del empleo formal y más del 90 de las exportaciones.
Recordó que estas propuestas complementan a las anunciadas ya por la Cepal de entregar un ingreso básico de emergencia equivalente al valor de una línea regional de pobreza por seis meses a toda la población de América Latina y el Caribe en situación de pobreza, y de un bono contra el hambre equivalente al 70 de la línea de pobreza extrema.
Puntualizó que las dos primeras buscan proteger a los sectores vulnerables y reducir la caída de la demanda que impacta en las empresas y el empleo, mientras que las medidas de apoyo a las empresas permiten salvar puestos de trabajo, lo que evita el aumento de la pobreza y la pobreza extrema, reduciendo así el costo de las medidas de alcance social.
La Secretaria Ejecutiva de la Cepal subrayó por último que la crisis de la Covid-19 resalta la necesidad de avanzar hacia un nuevo modelo de desarrollo y con «políticas que permitan atender la emergencia e implementar una estrategia para superar las debilidades estructurales de las economías y sociedades».