Es un desafío Ley Helms-Burton para las relaciones Cuba-EE.UU.


La Habana, 21 ago (Prensa Latina) La Ley Helms-Burton es un desafío mayúsculo para las relaciones bilaterales entre Cuba y Estados Unidos, ratificó hoy el director general de Estados Unidos de la cancillería de la isla, Carlos Fernández de Cossio.


Al intervenir en el programa Archivo.cu, de Cubavisión Internacional, el diplomático explicó que esa normativa obliga al gobierno estadounidense a perseguir cualquier transacción económica y financiera de la nación caribeña en el mundo.


Sobre el carácter extrateritorial de la medida, la profesora de Derecho de la Universidad de La Habana Elizabeth Valdés-Miranda, destacó cómo eso demuestra el propósito político de la Ley, aprobada en 1996, y señaló que en particular el Título III, activado en el 2019, busca afectar las inversiones extranjeras en la isla.


En tal sentido, Débora Rivas, directora general de Inversión Extranjera del Ministerio de Comercio Exterior, se refirió a la existencia de una normativa para proteger a los inversores: la Ley 80 de reafirmación a la Dignidad y la Soberanía Cubanas, también de 1996.


Rivas indicó que esa disposición plantea la nulidad de la Helms-Burton dentro del territorio cubano, una garantía para las empresas radicadas en el país.


La novena entrega del programa televisivo refiere que desde abril de 2014 hasta finales del 2019, se firmaron casi 200 acuerdos con compañías de 35 países, lo cual implicó un compromiso de invertir ocho mil millones de dólares en la nación caribeña.


Eso se debe, indica Archivo.cu, a factores como la existencia de un marco legal que ofrece garantías a los inversionistas, a la estabilidad política y social del país, a la existencia de mano de obra calificada y a la ubicación geográfica favorable.


Recuerda el material audiovisual que al visitar La Habana en el 2016, el entonces presidente estadounidense Barack Obama manifestó las intenciones de facilitar a las empresas del país norteño negociar con Cuba a pesar de la permanencia del bloqueo.


Sin embargo, con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca la estrategia cambió y su Administración recrudeció el cerco económico al obstaculizar todo tipo de intercambio con la mayor de las Antillas.

Más noticias: