Naciones Unidas, 10 sep (Prensa Latina) El secretario general de la ONU, António Guterres, aseguró hoy que ante los riesgos de la Covid-19 es importante trabajar por una cultura de paz como fundamento esencial para la cooperación y la acción global.
En su mensaje al Foro de Alto Nivel sobre Cultura de Paz, el titular advirtió que la pandemia tiene peligros no solo para la salud, sino también para economías, sociedades y en el futuro.
Por ello, dijo, urge desarrollar una cultura de paz, centrada en los derechos humanos, el fin de la injusticia y la discriminación por motivos de género, origen étnico, religión, discapacidad u orientación sexual.
Debemos abordar las desigualdades profundamente arraigadas que van en contra de la dignidad y las oportunidades para todos, subrayó Guterres.
Mientras respondemos a la pandemia y trabajamos por una fuerte recuperación económica, pido a todos los países redoblar sus compromisos haciendo de la cultura de paz nuestra realidad cotidiana, expresó el diplomático portugués.
El presidente de la Asamblea General de la ONU en su 74 período de sesiones, Tijjani Muhammad-Bande, apuntó que en medio de la lucha contra la Covid-19, la necesidad de una cultura de paz es mucho mayor.
La pandemia interrumpió la educación en el mundo, significó un aumento de la violencia doméstica y el discurso de odio, y un alza de la pobreza extrema y el hambre, resaltó.
Una cultura de paz es más que la simple ausencia de conflicto, manifestó Muhammad-Bande, ya que abarca las interrelaciones entre la paz y el desarrollo, y significa construir solidaridad y cooperación globales, muy necesarias en estos tiempos difíciles.
Por su parte, la representante permanente alterna de Cuba ante la ONU, Ana Silvia Rodríguez, advirtió que, pese a la crisis sanitaria, se continúan aplicando medidas coercitivas unilaterales, contrarias a la Carta de la ONU y el Derecho Internacional.
En ese sentido, denunció que el bloqueo económico, comercial y financiero que mantiene Estados Unidos contra Cuba en las últimas seis décadas es completamente contrario a una cultura de paz.