Washington, 13 sep (Prensa Latina) El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, criticó hoy al presidente estadounidense, Donald Trump, por su respuesta a los incendios forestales en California y su negativa a reconocer el cambio climático como causa de los siniestros.
En declaraciones a la cadena de televisión CNN, el demócrata elogió la cooperación con funcionarios federales para hacer frente a las llamas, pero consideró que el liderazgo «en la cima» debe ser más fuerte.
Trump tiene previsto visitar mañana el estado occidental, donde decenas de grandes incendios forestales, incluido el mayor fuego en la historia del territorio, quemaron más de tres millones de acres (12 mil 140 kilómetros cuadrados) en las últimas semanas, récord para un año.
El viaje del gobernante republicano tendrá lugar después de que recibió críticas por mantenerse en silencio durante muchos días sobre los fuegos, y tras repetir anoche su afirmación de que los incendios se deben a años de mala gestión forestal en California.
Preguntado este domingo sobre los pronunciamientos de Trump, Garcetti respondió que él escucha a los profesionales en la materia, no al presidente de Estados Unidos ni a los políticos cuando se trata de determinar lo que realmente causa los siniestros.
Se trata del cambio climático, habla con un bombero si crees que el cambio climático no es real, añadió el alcalde, quien consideró que la administración del republicano «ha metido la cabeza en la tierra».
Necesitamos una acción real, reducir las emisiones de carbono que tenemos, y asegurarnos de que podemos administrar esa agua. Y esto no se trata solo de la gestión forestal o rastrillado, añadió.
Cualquiera que viva en California se siente insultado por eso, francamente, y él sigue perpetrando esta mentira, dijo Garcetti con respecto a los comentarios de Trump.
El gobernante en el pasado amenazó con retirar fondos federales a California si sus autoridades no cumplían con demandas realizadas por él en torno al manejo forestal, además de que niega que el cambio climático esté provocado por la actividad humana, pese al consenso científico sobre el tema.