París, 1 nov (Prensa Latina) El primer ministro Jean Castex aseguró hoy que Francia está movilizada contra el terrorismo en diversos frentes, tras letales ataques terroristas en ciudades del país.
En declaraciones dirigidas a la población, a través del canal TF1, recordó la vigencia del máximo nivel de alerta de vigilancia antiterrorista, «la urgencia por atentado», activado el jueves a raíz del asesinato de tres personas en la basílica de Notre-Dame de Niza, dos semanas después de la decapitación del profesor Samuel Paty en el departamento de Yvelines.
De acuerdo con el funcionario, la medida implica el reforzamiento de los militares, policías y gendarmes desplegados en sitios que representan potenciales blancos como los lugares de culto, además de las escuelas ante el regreso a clases el lunes de millones de alumnos.
Llevamos los efectivos militares de la operación Sentinelle de tres mil a siete mil y movilizamos a reservistas de la Gendarmería y a policías municipales, expuso.
Según Castex, estas acciones y otras como el reforzamiento de la seguridad en las fronteras forman parte de la respuesta visible del Gobierno para proteger a los franceses.
También está la labor de inteligencia, fortalecida en los niveles interno y externo, subrayó en un escenario calificado por autoridades de guerra contra la radicalización islamista.
Son muchos los atentados neutralizados, pero el enemigo es invisible y puede atacar, acotó.
El Primer Ministro comentó que constituye igualmente una prioridad el combate a la raíz del problema, el cual vinculó con la disolución de asociaciones, el cierre de «falsas» escuelas y mezquitas, donde «se lava el cerebro», y el seguimiento a las redes sociales debido a su uso por los terroristas.
A propósito de las redes, adelantó la presentación en la Asamblea Nacional de un proyecto de ley para estrechar el cerco sobre los mensajes extremistas en Internet.
Castex afirmó al país que «los terroristas no ganarán».
En el último lustro, Francia sufrió decenas de ataques terroristas con saldó de más de 300 muertes, situación una vez más compleja, que incluye las tensiones por la segunda publicación de caricaturas del profeta Mahoma en el semanario satírico Charlie Hebdo.
Para musulmanes se trata de un insulto, mientras el Gobierno considera los dibujos una muestra de la libertad de expresión y de prensa e insiste en el respeto en el país a todas las religiones y al derecho de practicarlas en paz.