Washington, 17 nov (Prensa Latina) Demócratas y republicanos intensifican hoy sus esfuerzos por ganar dos asientos en disputa en Georgia al Senado federal que implican mayoría o paridad en ese foro.
Ambas partes se movilizan para un sprint de dos meses que centrará todo el mundo político en esa demarcación y que fácilmente costará más de 100 millones de dólares, según estimados.
El control de la Cámara Alta, donde los republicanos (rojos) mantienen mayoría desde 2018, con 53 escaños, frente a los 47 demócratas (azules) es la manzana de la discordia de los recién finalizados comicios que dieron vencedor a Joe Biden.
Luego de las elecciones del 3 de noviembre el pareo se presenta 50 rojos y 48 azules y la decisiva Georgia acudiendo a las urnas el 5 de enero de 2021 para decidir sus dos representantes a la Cámara Alta.
En un camino cuesta arriba, según los especialistas, los partidarios de Biden tratan de lograr una victoria histórica que marcaría el futuro del país en los próximos dos años. De conseguir la paridad 50-50 sería el voto de la vicepresidenta Kamala Harris quien marcaría la inclinación por los azules.
Muchos no olvidan que la mayoría perdida por los demócratas cuando el presidente Barack Obama ya estaba en el cargo entorpeció la marcha de su agenda, y ahora los azules tratan de evitar que los republicanos la frenen y favorezcan planes de los conservadores sobre el aborto y la inmigración, por ejemplo, que Biden vetaría.
Uno de sus candidatos, Jon Ossoff, tendría que recuperar los casi 90 mil votos que obtuvo el 3 de noviembre detrás del republicano David Perdue, quien busca la reelección.
El otro candidato azul Raphael Warnock reta a la senadora republicana Kelly Loeffler, quien trata de crear temores de que este llevará al foro legislativo una senda muy liberal, incluso lo tacha de comunista.
Warnock estima que el gran problema que enfrenta reside no tanto en los votantes sino en aquellos que «tratan de desalentar y desmoralizar ciertas partes de nuestro electorado».
En la contienda ambos partidos están enfrascados en una lucha sin cuartel por el voto que se emitió el 3 de noviembre, buscan atraer fondos y a figuras como el expresidente Barack Obama, demócrata, para motivar a los electores.
Los demócratas confían en organizaciones como The New Georgia Project y Fair Fight, fundado por la candidata a la gobernación en 2018 Stacey Abrams, para ayudar en el terreno, junto con el Partido Demócrata estatal y el Comité de Campaña del Senado Demócrata, que anunció un programa multimillonario centrado en la movilización de los votantes.
Scott Johnson, miembro de la Junta de Educación del estado y expresidente del Partido Republicano del Condado de Cobb, citado por el diario Político resumió la contienda. «Vamos a trabajar duro. «No creo ni por un minuto que el otro lado no vaya a trabajar duro y a salir también. Porque lo harán. Porque hay mucho en juego aquí».