La Habana, 25 nov (Prensa Latina) Diego Armando Maradona tuvo su retiro oficial del fútbol profesional el 10 de noviembre de 2001, 25 años después de su debut en la primera división y convertido en un símbolo nacional.
Para muchos especialistas, aquella multitudinaria despedida fue el más grande homenaje a una azarosa vida que ahora acaba de terminar a causa de un infarto.
En esa ocasión, el llamado Pibe de oro regresó a la selección nacional argentina para enfrentar a un cuadro integrado por estrellas en activo y retiradas del Deporte Rey, tras regresar de Cuba donde estuvo en un programa médico después de sufrir una severa crisis cardiaca en enero de 2000.
Más de 50 mil personas presentes en la cancha del legendario barrio de La Boca corearon «Ole, Ole, Ole, Ole… Diego, Diego», estribillo convertido en casi un segundo himno nacional argentino y contenido en varias de las versiones musicales dedicadas al «pelusa».
En ese momento, el astro futbolístico ya contaba en su haber con la Copa Mundial que consiguió para su país en el campeonato de México-1986 y el título de Deportista Argentino del Siglo XX.
Y también con el de Mejor Jugador de Fútbol de los últimos 70 años, decidido por más del 53 por ciento de los votos emitidos en una consulta por Internet organizada por la Federación Internacional con aficionados de todo el mundo (su más cercano rival, el brasileño Pelé, solo consiguió el 18,5).
Las semillas para esos laureles comenzaron a germinar el 20 de octubre de 1976 cuando, con 15 años de edad, el muchacho de Villa Fiorito vistió la camiseta de Argentinos Juniors ante Talleres de Córdoba en un partido ganado por los segundos 1-0.
En esa oportunidad, Maradona no fue regular y solo jugó unos pocos minutos del segundo tiempo.
Antes se había destacado en los «cebollitas», campeones de los torneos Evita (por Eva Perón), y era conocido por sus malabares y gambetas con el balón durante los entretiempos.
El primero de los 151 goles en su haber en el fútbol local está registrado el 14 de noviembre de 1976 en la ciudad de Mar del Plata, cuando Argentinos Junior ganó 5-2 a San Lorenzo. Diego ingresó en el segundo tiempo y, a falta de uno, anotó dos goles en tres minutos.
Su hoja de ruta en terrenos de su país contiene 116 perforaciones de puertas contrarias en 166 partidos con Argentinos Juniors y 35 en 60 choques con el uniforme de Boca Juniors, cuadro con el cual realizó su último gol el 14 de septiembre de 1997 frente a Newells Old Boys.
Después de su despegue en canchas patrias, Maradona marchó al profesionalismo europeo con los españoles Barcelona (38 goles en 58 salidas) y Sevilla (siete en 29) y el italiano Napoli (115 en 259).
Su estante de trofeos está adornado con 11 títulos: Boca (1981), Barcelona (Copa de Liga y Copa del Rey) y Napoli (Copa Italia, Supercopa Italiana, Copa UEFA y dos Scudetto).
Jugó 115 partidos con la selección nacional argentina entre 1977 y 1994 (50 goles) y participó en la conquista de los mundiales juvenil de Japón-1979 y de mayores México-1986 y la Copa Artemio Franchi, además el subcampeonato en el Mundial Italia-1990.
Otro detalle: Estuvo presente en las Copas Mundiales de España (1982), México (1986, Argentina Campeón), Italia (1990, subtitular) y Estados Unidos (1994), para un total de 21 partidos mundialistas con ocho goles y mil 945 minutos sobre canchas de ese nivel.
Pero luego vino lo que a muchos les costó trabajo comprender. En enero de 1996 reconoció públicamente su adicción a las drogas.
Antes de esa admisión había sido suspendido durante 15 meses cuando jugaba en el Nápoli por ingestión de cocaína y otro castigo similar en el mundial de Estados Unidos-1994 puso fin a sus participaciones internacionales.
Sin embargo, y a pesar de su controvertido comportamiento, la hinchada argentina lo enaltece con su aureola popular y admira su amor al fútbol y a los futbolistas.
Por eso y mucho más, la Asociación de Fútbol Argentino retiró la camiseta número 10 del cuadro nacional en homenaje al excapitán.