Asegura la World Employment Confederation, que la prohibición o la mala regulación del Outsourcing en México podría ser contraproducente para la economía nacional, pues se perderían abruptamente miles de empleos en el país, aumentando los indicies de desempleo nacional.
De acuerdo a cifras emitidas por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), hay en promedio cinco millones de mexicanos trabajando bajo este esquema de contratación.
La World Employment Confederation dijo que está modalidad de subcontratación puede contribuir positivamente a la creación de más y mejores empleo, además de ofrecer a las empresas mejor personal capacitado lo que incentivaría la inversión empresarial en el país.
Por su parte La Organización Internacional del Trabajo en su documento titulado El COVID-19 y el mundo del trabajo, alertó sobre la crisis económica y laboral que está sacudiendo al planeta, en la que se han perdido más del 17.3 por ciento de las horas de trabajo en todo el mundo, es decir casi el equivalente al empleo de 495 millones de personas.
La mayor reducción tuvo lugar en los países de ingresos medianos bajos, en los que la pérdida de ingresos provenientes del trabajo alcanzó el 15.1 por ciento; en el caso de América Latina, se registró una pérdida del 12.1 por ciento, siendo la región más afectada.
Por lo que a ojos de expertos, el reto para restablecer la economía mundial, debe centrarse en la recuperación de empleos, es por esto que la contratación de servicios externos como los del Outsourcing pueden ser pieza clave, al colocar rápidamente a los mejores candidatos que requieren las compañías, permitiendo una reducción de costos asociados a contratación, infraestructura y tecnología que podrán aplicarse al resurgimiento de las empresas, que se han visto afectadas por la pandemia.
Por el contrario desaparecerlo no es la solución pues esto provocaría una crisis de desempleo que afectaría a millones de mexicanos.