La Habana, 3 ene (Prensa Latina) Mientras Estados Unidos se prepara para el inicio de una nueva Administración a partir del 20 de enero, todavía queda un paso pendiente como parte del proceso comicial de la nación norteña: que el Congreso cuente los votos emitidos por el Colegio Electoral.
Este último órgano, integrado por 538 miembros, determinó el pasado 14 de diciembre la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, al otorgarle 306 votos, frente a 232 del actual mandatario, el republicano Donald Trump.
Según establece la Constitución norteamericana, el próximo 6 de enero los legisladores de la Cámara de Representantes y del Senado se reunirán en sesión conjunta para contar formalmente los votos emitidos por cada estado, el último procedimiento necesario antes de que Biden asuma el poder.
En comicios anteriores, ese mecanismo tuvo un carácter meramente simbólico y rutinario, pero dada la negativa de Trump a reconocer el triunfo del demócrata, el proceso de este año genera más atención debido a la posibilidad de que se presenten objeciones por parte de miembros del Congreso.
Tanto el gobernante saliente como figuras cercanas a él interpusieron numerosas demandas legales con acusaciones infundadas de fraude electoral, las cuales sufrieron derrotas en las cortes, pero eso no frenó los intentos del presidente por subvertir el desenlace, y puede suceder que algunos de sus aliados en el Congreso lleven tal empeño hasta el conteo del 6 de enero.
De hecho, tras reunirse la semana pasada con el jefe de Estado, el representante republicano Jody Hice escribió en Twitter que impugnará los votos electorales de Georgia, lo cual podría prolongar el proceso en el Capitolio si consigue que algún senador respalde su postura.
Si bien las objeciones que puedan presentarse tienen muy remotas posibilidades de éxito, al necesitar el apoyo de las dos cámaras del legislativo, serían una nueva evidencia del modo en que Trump se aferra al poder, a pesar de lo expresado por los estadounidenses en las urnas.
Además del procedimiento que tendrá lugar en el Congreso, otro evento que generará gran atención en la nación durante la próxima semana, será la segunda vuelta de las elecciones del Senado en Georgia, en las cuales se determinará el control de ese órgano parlamentario.
Dos demócratas, el periodista Jon Ossoff y el reverendo afronorteamericano Raphael Warnock, buscan derrotar en los comicios del 5 de enero a los ocupantes de los escaños correspondientes a ese estado en la Cámara Alta del país, los republicanos David Perdue y Kelly Loeffler, respectivamente.
Actualmente, esta última formación política tiene el control del Senado, al poseer 52 asientos, frente a 48 de demócratas e independientes.
Si los candidatos del partido azul consiguen ganar los dos espacios en disputa, entonces sería esa fuerza la que tendría superioridad en la Cámara Alta, pues es la vicepresidenta electa del país y próxima titular del Senado, la demócrata Kamala Harris, quien podrá romper cualquier empate en las votaciones en ese órgano.