Washington, 8 ene (Prensa Latina) El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó hoy que depende del Congreso la decisión de impulsar un posible juicio político contra el mandatario saliente, Donald Trump, ante los sucesos violentos en el Capitolio.
Muchos responsabilizan ahora al gobernante republicano por incitar la agresión contra el Capitolio, que dejó al menos cinco personas muertas, de acuerdo con los más recientes reportes de prensa.
Varios legisladores demócratas insisten en iniciar un proceso de juicio político contra Trump, debido a su responsabilidad de incitar la invasión violenta de sus seguidores en el Capitolio, con el fin de evitar que el Congreso certificara el resultado de las elecciones del pasado 3 de noviembre.
Pero Biden evitó ahondar en este tema durante la conferencia de prensa ofrecida de este viernes en Wilmington, Delaware.
El líder demócrata, ganador de las elecciones del 3 de noviembre, sí se mostró complacido con la decisión de Trump de no asistir a su acto de investidura el próximo 20 de enero.
Según dijo, es una de las pocas cosas en las que ambos están de acuerdo, y señaló que confía en que el vicepresidente saliente, Mike Pence, asista a la ceremonia.
El presidente electo también criticó la gestión por parte de la administración Trump en lo referido a la distribución de vacunas contra la Covid-19.
«Las vacunas nos dan esperanzas, pero su distribución ha sido una farsa», expresó.
De hecho, añadió, la distribución de vacunas será el mayor reto operacional que enfrentaremos jamás como una nación.
Otra prioridad en sus primeros días de Gobierno, anunció, será la de un plan de recuperación económica.
Desde finales de noviembre, Estados Unidos experimenta un aumento acelerado de los casos de Covid-19, las hospitalizaciones y la cantidad de personas fallecidas debido a la enfermedad.
Aunque la campaña de vacunación en la nación norteña ya comenzó, los expertos señalan que marcha muy lentamente, y no existe una infraestructura o un plan federal para la inmunización.
Esta situación impidió cumplir con la meta de vacunar a 20 millones de personas para fines de 2020, como prometió Trump.