Toluca, Estado de México; 08 de marzo de 2021.-
Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, Reporteros Sin Fronteras (RSF) publica un informe titulado “El periodismo frente al sexismo” que revela la amplitud del riesgo de sufrir agresiones sexuales y sexistas que enfrentan las mujeres periodistas, así como su impacto en la información.
Si bien el periodismo es a veces un oficio peligroso, el ser mujer y periodista a menudo significa correr un doble riesgo: a los peligros inherentes a la profesión se suma el de exponerse a agresiones sexuales o sexistas, reconoce la organización.
El informe de investigación “El periodismo frente al sexismo” está basado en una encuesta realizada por RSF a nivel mundial. De los 112 países donde se aplicó la encuesta a periodistas, 40 fueron señalados como peligrosos e incluso muy peligrosos para las mujeres que se dedican a esta profesión.
Además, destaca el informe, ese peligro no solo acecha a las periodistas en los terrenos tradicionales del reporterismo o en los nuevos espacios virtuales de internet y las redes sociales, sino que también se encuentra en las propias redacciones de las profesionistas.
Los resultados de la encuesta de RSF confirman que, en la actualidad, internet se ha convertido en el lugar más peligroso para las periodistas (señalado por el 73 por ciento de los encuestados).
Destaca el caso de la columnista e investigadora india Rana Ayyub, quien recibe a diario amenazas de violación y de muerte en las redes sociales.
Después de internet, el 58 por ciento de los encuestados indica el lugar de trabajo como un entorno “en el que se han cometido agresiones sexistas”. Esta observación se ha visto reforzada por la difusión del movimiento #MeToo en todo el mundo, además por el hecho de que, en ocasiones, las periodistas han sido las primeras en atreverse a denunciar casos de agresión o acoso sexual, como ha ocurrido en Estados Unidos, Japón o la India.
Sofie Linde, presentadora danesa de un programa de éxito, declaró recientemente haber sido víctima de acoso. A pesar de que Dinamarca está ampliamente considerada como un modelo en cuestiones de género y de paridad, la denuncia de Linde contra un alto cargo de la televisión pública causó una auténtica conmoción en todo el país.
Tenemos la imperiosa obligación de defender el periodismo con todas nuestras fuerzas y frente a todos los peligros que lo amenazan, entre los que se cuentan las agresiones e intimidaciones sexistas y sexuales”, manifiestó el secretario general de RSF, Christophe Deloire, en el informe. “Es inadmisible que las mujeres periodistas estén sometidas a mayores riesgos y que tengan que defenderse en un frente adicional, un frente que además es múltiple, ya que se encuentra fuera de la redacción, aunque, en ocasiones, también dentro”, sentenció.
Entre las periodistas, aquellas especializadas en derechos de la mujer y las que se ocupan de la información deportiva o política destacan como particularmente vulnerables a las agresiones.
La periodista saudí Nouf Abdulaziz al-Jerawi, encarcelada por denunciar el sistema de tutela masculina en su país, ha sido torturada con descargas eléctricas y agredida sexualmente mientras estaba detenida. En Brasil, la periodista Patricia Campos Mello ha pagado cara su investigación sobre el uso, por parte del presidente Bolsonaro, de fondos ilegales para financiar campañas de desinformación. Ha sido víctima de una campaña de ciberacoso extremadamente violenta después de que Jair Bolsonaro y sus hijos la acusaran de “sonsacar” información a cambio de favores sexuales”, destaca el informe.
Igualmente, también en Brasil, un grupo de 50 periodistas deportivas han puesto en marcha el movimiento #DeixaElaTrabalhar (#DejalaTrabajar) para denunciar los besos forzados a los que las someten los aficionados cuando cubren eventos deportivos en directo.
Entretanto, en Francia, cerca de 40 periodistas del diario deportivo L’Equipe se han unido para apoyar a sus colegas tras las denuncias de acoso en las “secciones de deportes “.
En su informe, RSF examina el impacto que estas agresiones tienen en el periodismo, así como las consecuencias en la vida privada de las profesionales como el estrés, la ansiedad y el miedo, la violencia sexista y sexual.
43 por ciento de los encuestados por RSF afirma que estas condiciones han llevado a las periodistas a cerrar temporal o permanentemente sus cuentas en las redes sociales. 48 por ciento indica que las ha llevado a la autocensura, 21 por ciento a cambiar de especialidad y el mismo porcentaje a la renuncia.
Reporteros Sin Fronteras también emitió una serie de recomendaciones dirigidas tanto a las periodistas como a las redacciones y a los Estados, el informe puede consultarse aquí.
Con información de (AMX Noticias)