Washington, 5 abr (Prensa Latina) Cientos de personas fueron evacuadas en Florida, Estados Unidos, debido a una brecha de un estanque que puede provocar una inundación catastrófica por millones de metros cúbicos de agua contaminada, informaron hoy medios locales.
El condado de Manatee estuvo en estado de emergencia durante el fin de semana, por orden del gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien indicó la evacuación de más de 300 hogares debido a dicha fuga en un depósito ubicado en Piney Point, una antigua planta de fosfato, de acuerdo con reportes del portal digital de National Public Radio.
Las autoridades habían advertido sobre el potencial de colapso del embalse, y de la probable inundación de las áreas cercanas.
El Departamento de Seguridad Pública de Manatee instó a los residentes el fin de semana a que se fueran de inmediato, y las autoridades ahora trabajan para drenar el embalse y vaciarlo en la bahía de Tampa para disminuir los riesgos de un colapso.
DeSantis aclaró el domingo que el agua que se descargaba no era radiactiva aunque la agencia Associated Press (AP), señaló que los estanques «se asientan en pilas de yeso fosforado, un subproducto radiactivo sólido de la fabricación de fertilizantes».
El Departamento de Protección Ambiental de Florida informó en su página digital que el líquido «cumple con los estándares de calidad para las aguas marinas con la excepción de pH, fósforo total, nitrógeno y nitrógeno amoniacal, es ligeramente ácida, pero no a un nivel que sea una preocupación.»
Los empleados locales hacen gestiones para poner a funcionar bombas adicionales de drenaje, y están extrayendo unos 130 mil metros cúbicos diarios.
Según reportó el diario Tampa Bay Times este lunes, las estimaciones sugieren que había casi dos millones de metros cúbicos de aguas residuales en el depósito cuando comenzó la fuga, pero no está claro cuánto se podría drenar o si el embalse colapsa antes de que termine el procedimiento actual.
Scott Hopes, administrador interino del condado de Manatee, dijo que los intentos de tapar la fuga con rocas y otros materiales terrestres fracasaron, y reconoció que este problema no es nuevo, «ha estado en curso durante un par de décadas».