París, 27 abr (Prensa Latina) La Unesco llamó hoy a Estados miembros a potenciar el estudio sobre el papel de los océanos en la absorción del dióxido de carbono, el cual calificó de crucial en el enfrentamiento al cambio climático.
Este papel podría disminuir o incluso invertirse en el futuro, y los océanos, que ahora son el pulmón azul de nuestro planeta, contribuirían al calentamiento global, advirtió la organización de la ONU encargada de la educación, la ciencia y la cultura, a propósito de un nuevo informe de su Comisión Oceanográfica Intergubernamental.
El texto resume los conocimientos acerca del carbono oceánico, las investigaciones en torno al mismo y los aspectos de su observación coordinada para el próximo decenio.
De acuerdo con la Unesco, el objetivo del informe es también proporcionar una hoja de ruta, para dotar de herramientas a los responsables de la toma de decisiones sobre las políticas de mitigación y adaptación al cambio climático.
Desde la Revolución Industrial, los océanos han sido sumideros del carbono generado, subrayó el ente multilateral.
Sin la absorción terrestre y marítima del dióxido de carbono, los niveles atmosféricos de este gas de efecto invernadero se acercarían a las 600 partes por millón, un 50 por ciento más que las 410 registradas en 2019, «ya muy por encima de lo necesario para limitar el calentamiento global a dos grados centígrados».
La Unesco insistió en que la humanidad corre el riesgo de una inversión del proceso, escenario en el cual los vitales ecosistemas marinos contribuirían al calentamiento.
Por tanto es fundamental determinar si los océanos seguirán «ayudando» a la humanidad o si se volverán en su contra, dificultando la mitigación y la adaptación al cambio climático, destacó.
Según la organización especializada de la ONU, el nuevo informe de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental propone por primera vez un programa conjunto de investigación integrada sobre el carbono oceánico a medio y largo plazo, en aras de colmar las lagunas existentes en este campo.
Este estudio se inscribe en el actual Decenio de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible (2021-2030).