Cerca de 500 menores migrantes en EE.UU. desconocen paradero de padres

Washington, 8 may (Prensa Latina) Casi medio millar de menores en Estados Unidos siguen hoy sin conocer el paradero de sus familiares tras la separación impuesta hace más de tres años por la política migratoria tolerancia cero del expresidente Donald Trump.


«No hemos podido encontrar a las familias de 455 niños y niñas», afirmó Lee Gelernt, subdirector del Proyecto de Derechos Migratorios de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU).


En charla con Democracy Now, el abogado principal en la demanda judicial radicada por la ACLU en este caso, subrayó que en total más de mil menores permanecen en territorio nacional separados de sus padres.


Esta semana, cuatro madres de Honduras, Guatemala y México se reunieron con sus hijos en Estados Unidos, las primeras que logran el añorado reencuentro aquí desde que el gobierno de Joe Biden inició el proceso de reunificación.


Pero si bien es conmovedor «debemos tener presente cómo se llegó a esta situación, y que estamos hablando de algo que nunca debió ocurrir», expresó Carol Anne Donohoe, abogada del Proyecto de Reunificación Familiar de la organización Al Otro Lado (The Other Side).


Cierto que es el fin de una pesadilla y el comienzo de un sueño, la culminación de años de trauma, comentó Donohoe al insistir en todo lo que tendrán que superar los afectados para sanar sus heridas.


Tal es el caso del mexicano Bryan Chávez, de 18 años, quien volvió a ver a su madre, Sandra Ortíz, 42 meses y cuatro días después de que fueron separados.


Las últimas palabras que escuchó Ortíz antes de que los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza la deportaran a México en 2017 fueron «despídete de tu hijo porque no lo volverás a ver».


The Other Side dijo además que el Departamento de Seguridad Nacional nada hizo para facilitar este regreso y que fueron grupos afines los que negociaron las visas de viaje, pagaron los boletos de avión y organizaron realmente las uniones.


De acuerdo con una de sus promesas de campaña, Biden firmó en su primer día en la Casa Blanca una moratoria sobre la deportación de migrantes indocumentados que llegaron a Estados Unidos antes del 1 de noviembre de 2020.


Así el demócrata dio el paso inicial para echar atrás y desmarcarse de esta criticada política de su predecesor.