Washington, 28 may (Prensa Latina) La política del presidente estadounidense, Joe Biden, sobre el cambio climático es contradictoria al aprobar acciones que garantizarán la perforación, quema de petróleo y gas en las próximas décadas, comentó hoy The New York Times.
Sus movimientos sobre los combustibles fósiles chocan con sus promesas sobre el cambio climático, precisó el periódico.
La colisión entre los ofrecimientos de Biden y algunas de sus decisiones recientes ilustran las dificultades políticas, técnicas y jurídicas de desvincular a Estados Unidos del petróleo, el gas y el carbón que sustentan su economía durante más de un siglo, señaló la publicación.
Esta semana la Casa Blanca defendió en un tribunal federal el proyecto Willow, una enorme operación de perforación petrolera propuesta en el North Slope, de Alaska, que fue aprobada por el Gobierno de Donald Trump (2017-2021) y que es combatida por los ambientalistas.
Antes, agregó el Times, respaldó la decisión del expresidente de conceder arrendamientos de petróleo y gas en tierras federales del estado de Wyoming.
También este mes, se negó a actuar cuando tuvo la oportunidad de impedir que el crudo siguiera fluyendo a través del agriamente disputado oleoducto Dakota Access, de 2.700 millas, que carece de un permiso federal, aseveró el diario.
Las tres decisiones muestran el accidentado camino que sigue Biden en su intento de equilibrar su agenda climática con las presiones prácticas y políticas, puntualizó el diario.
Biden «no puede permitirse el lujo de adoptar una posición pura sobre el clima» porque carece de mayorías fuertes en el Congreso, dijo William A.
Galston, investigador principal de estudios de gobernanza en la Brookings Institution, un centro de estudios de Washington, citado por el diario.
«Ese es el telón de fondo sobre el que este presidente y la administración harán concesiones en cada uno de los temas», estimó Galston.
Después de hacer campaña sobre la promesa de abordar el calentamiento global, Biden pulsó el botón de pausa en cualquier nuevo arrendamiento de gas o petróleo en tierras y aguas federales, devolvió al país al Acuerdo de París sobre el cambio climático y aplastó la controvertida propuesta de construir el oleoducto Keystone XL.
Pero, según la valoración, el presidente intenta ahora evitar alienar a un puñado de republicanos y demócratas moderados de los estados del petróleo, el gas y el carbón que decidirán su agenda de gobierno.
Los activistas medioambientales, que hicieron campaña para elegir a Biden, dijeron esta semana que estaban «desconcertados» y «decepcionados» por las decisiones, aunque evitaron criticar al presidente, pero están descontentos por la distancia entre sus políticas climáticas y sus acciones.