Canberra, 6 jul (Prensa Latina) Los organizadores de los Grandes Premios de Fórmula Uno (F1) y MotoGP de Australia cancelaron hoy las carreras de la actual temporada a causa de las restricciones impuestas por la pandemia de Covid-19.
«Estamos profundamente decepcionados de que, por segundo año consecutivo, ni los aficionados de MotoGP ni los de F1 podrán ver a los mejores pilotos competir», señaló al dar la noticia Paul Little, presidente del evento de automovilismo.
La cita a bordo de monoplazas estaba prevista entre el 18 y el 21 de noviembre en el circuito de Phillip Island, mientras la liza sobre bólidos de un par de ruedas ocupaba espacio en el calendario del 22 al 24 de octubre en el trazado de Albert Park.
Dividido entre el desconsuelo y la esperanza, Little apuntó, además, «que no puedo esperar a tener la oportunidad de volver a correr en casa y será aún más dulce cuando lo hagamos, porque hace ya tiempo».
Pese a todo, la F1 pretende mantener las 23 paradas previstas en 2021 y valora diferentes plazas para llenar el espacio dejado por las lides en la ciudad australiana de Melbourne.
En esa línea, Stefano Domenicali, CEO de la competición, expuso que «tenemos opciones por delante para reemplazar el lugar que quedó vacante. Trabajaremos en los detalles en las semanas siguientes y actualizaremos la información una vez se den las discusiones».
La decisión cayó como cubo de agua fría sobre los pilotos. «Es una gran decepción no poder correr en Australia, pero entendemos las razones», afirmó a la prensa el australiano Daniel Ricciardo, del equipo McLaren y nacido en Perth.
El panorama luce menos turbio en cuanto al Mundial de MotoGP, pues las autoridades ya anunciaron que el Gran Premio del Algarve en Portimao, Portugal, ocupará el puesto vacío y llegará del 5 al 7 de noviembre.
La crisis sanitaria por Covid-19 y las consiguientes complicaciones de viaje y restricciones logísticas resultaron los argumentos para declarar nula la viabilidad de los concursos de alta velocidad.
Desde el inicio de la pandemia, Australia suma casi 31 mil casos positivos y 910 muertes, apoyado por severas restricciones y un proceso de vacunación que ya llegó a más de seis millones de ciudadanos, aunque menos de dos millones, el siete por ciento de la población, completó los esquemas.