México, 20 nov (Prensa Latina) En un discurso de carácter histórico por el 111 aniversario del inicio de la revolución mexicana el presidente, Andrés Manuel López Obrador, defendió los valores morales y patrióticos de su pueblo.
El mandatario presidió la ceremonia y el desfile militar por el nuevo aniversario del inicio de la revolución convocada y dirigida por el presidente Francisco I. Madero en un llamamiento al combate contra el porfiriato (de Porfirio Díaz) un día como hoy de 1910.
López Obrador hizo un recorrido sobre las más profundas raíces de la revolución maderista y las tres grandes transformaciones que sucedieron a la dura y cruda etapa revolucionaria en el largo y cruento proceso de independencia iniciada en 1810 con el Grito de Dolores.
Mencionó aquel proceso inicial del cura Miguel Hidalgo, el movimiento de reforma en ese propio siglo y la revolución agraria contra el porfiriato, sus avances y fracasos, y en ocasiones esperanzas perdidas, pero con la impronta de libertad y soberanía al extremo de que es la transformación más popular y profunda que haya registrado México.
Rememoró los levantamientos de Emiliano Zapata en Morelos y de Pancho Villa en el norte, la renuncia y huida de Porfirio Díaz en un vapor desde Veracruz, la toma de Francisco I Madero en Ciudad de Juárez y su triunfal arribo a la capital en junio de 1911.
Lamentó los desencuentros de Villa y Zapata con Madero entre otras cosas por la incomunicación y el atraso político e ideológico y la sangrienta época auspiciada por los conservadores a sangre y fuego tras el asesinato de Madero y su incondicional José María Pino Suárez en 1913.
Se inició así el período más cruel y sanguinario de la revolución y de ese año a 1917 se registraron más de un millón de muertos en México por violencia de guerra, hambre, frío y enfermedades.
Pero no por esas desgracias, afirmó López Obrador, se puede sostener que la lucha revolucionaria haya sido en vano como sostienen los conservadores, ni que fue más de lo mismo porque emancipación dio lugar a conquistas sociales importantes e inéditas.
Se creó un nuevo orden social con mayor justicia, una constitución de 1917 que recogió las principales demandas del pueblo, derecho de campesinos a la tierra, salario mínimo, jornada de ocho horas, derecho sindical, seguridad social educación, y recuperación al dominio de la nación sobre sus riquezas naturales en particular el petróleo, expresó.
Ahora la IV transformación, dijo, hace realidad el sueño de justicia y el ideal democrático en el que nació la revolución maderista de 1910.
Mandar obedeciendo, garantía de libertad, derecho a disentir, a la información, no violar derechos humanos ni aplicar represalia al pueblo, que no haya fraudes electorales y un gobierno que represente a todos los mexicanos, ha sido posible por la Revolución de 1910, concluyó.