Ciudad de México, 28 mar (Prensa Latina) El periódico local La Jornada pidió hoy en su editorial una relación responsable entre Estados Unidos y Rusia en relación con la guerra de Ucrania y los peligros que se derivan de esta.
El texto recordó que el conflicto de hace poco más de un mes está relacionado con el deterioro de la relación entre Washington y Moscú, concretamente con el empecinamiento de Estados Unidos de ampliar hacia el este la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)y rodear las fronteras rusas con un enorme aparato militar.
Consideró que esas medidas, después del derrumbe de la Unión Soviética y el fin de la Guerra Fría (1947-1991), no tenían ninguna razón de ser.
El periódico señaló que, sin afán de justificar una guerra, la violenta incursión ordenada por el Kremlin en el territorio ucranio es una respuesta a ese afán, continuado por sucesivos ocupantes de la Casa Blanca, de mantener a Rusia en jaque permanente.
Ahora, para entender el conflicto es necesario asumir que éste se desarrolla en cuando menos tres pistas distintas: la de los vínculos entre Ucrania y Rusia -de una enorme complejidad histórica, por cierto-, la de la relación entre Rusia y Europa y la de la correlación entre Moscú y Washington, añadió.
Señaló que este tercer ámbito ha alcanzado un alarmante nivel de tensión debido a las destempladas reacciones de la Casa Blanca, las cuales, lejos de colocar la guerra en su justa dimensión y de contribuir a una solución pacífica, la han internacionalizado y amenazan con llevarla a una escalada planetaria. Más allá de los señalamientos por el apoyo de la Casa Blanca a rusófobos en Ucrania y de las evidentes presiones al resto de los países -incluido México- para que adopten contra de Rusia medidas hostiles, es preocupante el tono de desmesurada agresión con que el presidente Joe Biden se refiere al gobierno de Moscú y a Putin.
El pasado sábado, durante su visita a Polonia, el mandatario no vaciló en llamar carnicero a Vladímir Putin ni en afirmar que este hombre no debe seguir en el poder.
Un día después, el secretario de Estado, Antony Blinken, buscó atemperar lo dicho por su jefe, y afirmó que lo que éste quiso decir fue que Putin no debe tener el poder de emprender una guerra y aseguró que no tenemos una estrategia de cambio de régimen en Rusia.
Sin embargo, el agresivo discurso del mandatario estadounidense no disipa las dudas del Kremlin sobre las intenciones de la Casa Blanca para con el gobierno moscovita, justamente la clase de factores que explican en buena medida la orden de ataque contra Ucrania emitida por Putin en febrero pasado, señaló La Jornada.
Es sin duda una insensatez llevar los intercambios declarativos entre dos estados poseedores de miles de armas nucleares al ámbito de los exabruptos y las bravuconadas, agregó.
Por un elemental sentido de responsabilidad, es urgente que Washington y Moscú eviten que la guerra en Ucrania contamine el conjunto de su relación bilateral y restauren condiciones de comunicación propicias para resolver de manera pacífica el conflicto y otros que provocan destrucción, sufrimiento y muerte en diversos puntos del planeta, concluyó el editorial.