Washington, 24 may (Prensa Latina) El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, determinó hoy que la bandera nacional ondee a media asta en edificios y terrenos públicos en honor a las víctimas del tiroteo en Texas, que dejó 14 niños muertos.
Una nota oficial de la Casa Blanca firmada por el mandatario indica que la enseña nacional deberá permanecer de esa manera en todos los puestos militares y estaciones navales de Estados Unidos y sus territorios, posesiones y legaciones diplomáticas hasta la puesta del sol del 28 de mayo de 2022.
La masacre ocurrida este martes en una escuela primaria de la ciudad de Uvalde, en Texas, -a poca distancia de la frontera con México y con una mayoría de población latina-, es uno de los más mortíferos ataques en centros educativos de Estados Unidos.
Además de los 14 estudiantes, un maestro perdió la vida a causa de los disparos provocados por un joven de 18 años.
El gobernador del estado, Greg Abbott, confirmó las cifras en una rueda de prensa en que contó cómo al parecer el responsable del crimen abandonó su vehículo y luego ingresó a la escuela donde mató «horrible e incomprensiblemente» a 15 personas.
Los motivos reales del ataque se desconocen por el momento, aunque el autor de la masacre ya fue identificado como Salvador Ramos.
La cantidad de personas que perdieron la vida por armas de fuego en Estados Unidos asciende en 2022 a casi 17 mil personas y los tiroteos masivos a 212, indican datos de la organización Gun Violence Archive.
La polémica alrededor de la necesidad de controlar esos artefactos se avivó en los últimos tiempos y ahora cobró más relevancia.
Estados Unidos tiene un historial de tiroteos escolares, hechos que se repiten con frecuencia en diversas regiones del país.
Los demócratas culpan a sus adversarios republicanos de impedir la aprobación en el Congreso de una ley que regule las armas de fuego y ponga fin a la problemática.
Así lo denunció ante la cadena CNN la representante Veronica Escobar quien calificó de inaceptable el hecho de que los legisladores se mantengan inmóviles ante el aumento de la violencia armada.
A pesar del interés mostrado por la administración, el Congreso se niega a limitar el acceso a los armamentos en un país donde diariamente más de un centenar de personas es víctima de disparos, pero la poderosa Asociación Nacional del Rifle presiona a los legisladores para rechazar cualquier cambio.
Mientras se mantiene el desacuerdo en el legislativo sobre ese proyecto es la población, en especial las minorías negra y latinas, las que ponen las cuotas de muertos y afectados por el flagelo, evidencian encuestas y estadísticas oficiales.