Washington, 17 may (Prensa Latina) A las posibilidades casi sobrenaturales atribuidas hoy a la Inteligencia Artificial (IA) se le suman también las advertencias en relación a las nefastas consecuencias que podrían suceder en caso de dársele un empleo erróneo.
El director ejecutivo de la empresa estadounidense Tesla, Elon Musk, advirtió cómo es posible que dicha tecnología emergente resulte absolutamente contraproducente.
«Existe una gran probabilidad de que mejore mucho la vida y de que tengamos una era de abundancia. Y existe la posibilidad de que salga mal y destruya a la humanidad», afirmó el magnate al presentador de CNBC, David Faber.
Musk denominó a la IA un «arma de doble filo» y enfatizó que es difícil predecir qué sucederá después con las nuevas herramientas.
El directivo fue un partidario de la tecnología y cofundador de OpenAI, una de las firmas líderes en esta rama, aunque en fecha más reciente se unió a otros expertos para pedir una pausa en su desarrollo, advirtiendo que podría poner a la sociedad y a la raza humana en peligro.
Las más recientes declaraciones del también dueño de la red social Twitter se suman al coro de voces de expertos que alertan sobre los efectos nocivos que se ciernen sobre el empleo de la Inteligencia Artificial.
Geoffrey Hinton, considerado un pionero en este campo, abandonó la compañía Alphabet a principios de este mes, al tiempo que remarcó sobre los peligros de la tecnología que ayudó a crear.
Alertó que la IA, cuyo objetivo es simular la inteligencia humana en una máquina, podría representar una amenaza existencial para la humanidad y que el mundo debe preocuparse «seriamente sobre cómo evitar que estas cosas obtengan el control».
Comentó además que su preocupación inmediata es que la red de redes se llene de información falsa, provocando que el internauta promedio sea incapaz de diferenciar la realidad de la ficción.
El economista jefe de Microsoft, Michael Schwarz, estimó también por su parte que dicha tecnología probablemente «será utilizada por malos actores» y podría «causar un daño real».