En la Ciudad, los jóvenes están condenados a vivir con salarios miserables, ya que hoy, estudiar la universidad no garantiza un sueldo digno para subsistir ante la cruda realidad y una situación económica adversa que fue provocada por el mal gobierno.
La diputada local Frida Guillén Ortíz comentó que el sueldo promedio de un profesionista recién egresado es de apenas 10 mil pesos y eso, si le va bien. “Cuatro años de universidad, 16 años en total de educación para enfrentar la cruda realidad de una oferta laboral extremadamente precarizada”.
Haciendo cuentas, la legisladora comentó que tan sólo el precio de la canasta básica que incluye, en su mayoría verduras y si acaso, un kilo de pollo y de carne, así como huevo, ronda entre los mil 720 pesos.
“Al mes, es necesario comprar mínimo dos canastas básicas para llevar una buena alimentación, así se va casi el 35 por ciento del sueldo, más el 20 por ciento de transporte y 40 por ciento del pago de servicios”.
De una renta o una hipoteca ni hablar, las cuentas no dan y es prácticamente imposible independizarse antes de los 26 años, consideró.
Este pésimo panorama es tan malo si consideramos que apenas el 20 por ciento de las y los jóvenes logran entrar a la universidad y aún menos, logran terminarla, lo que supone sueldos todavía peores, que van entre los seis mil a ocho mil pesos.
Hace cinco años, el presidente prometió más y mejores condiciones y oportunidades para nosotros los jóvenes al presentar su programa estrella “Jóvenes Construyendo el Futuro”, cuyo objetivo era el de emplear a jóvenes como los aprendices en la iniciativa privada con sueldos subsidiados por el Gobierno para que en poco tiempo contaran con la experiencia necesaria para emplearse formalmente.
“La verdad es que los 90 mil millones de pesos empleados en este programa social, se disolvieron en un desvió de recursos grotesco. Tan sólo el 0.3 por ciento de los beneficiarios han logrado conseguir un empleo y mientras que en un año el presidente abandona el Palacio Nacional, se quedarán más de 700 mil jóvenes sin empleo”.
Guillén Ortíz enfatizó que MORENA hace a un lado a los jóvenes, acotándoles la posibilidad de estudiar, darles mejores opciones de empleo y negándoles esquemas para emprender.
“Eso es una ventaja para la delincuencia organizada que ve en ellos, la oportunidad de ampliar sus brazos ejecutores, mientras que López Obrador prefiere hacer chistes en vez de atender de fondo los problemas”.