San Salvador, 30 ago (Prensa Latina) Los desaparecidos, los de la guerra y los más recientes, son un problema insoluble que arrastra El Salvador al conmemorarse hoy el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas.
La víspera fue conmemorada la jornada con una exposición de fotos de personas de las que no se tiene noticia frente a Catedral Metropolitana en esta capital y como elemento distintivo la mayoría de los que no aparecen son jóvenes y mujeres cuyos familiares apremian a las autoridades y piden investigaciones.
Cifras conservadoras indican que durante la guerra entre 1979 y 1992 al menos cinco mil personas fueron dadas como desaparecidas, incluso muchos niños y niñas que no fueron asesinados por el ejército y sí entregadas a familiares o amigos que las registraban como propias.
El tema acapara la atención cuando grupos de familias demandan a la Fiscalía General de la República para que las ayude a buscar a seres queridos que no se perdieron en el pasado siglo y si en este, y de los que no saben su paradero.
Los demandantes quieren saber de sus seres queridos y «quién o quiénes son los responsables de esos hechos y cuyas familias han quedado sin recibir atención adecuada por las autoridades…se pretenden reiterar el llamado sobre la necesidad que el Estado tome medidas concretas ante la problemática», indican voceros.
De las que se desconoce el paradero, la mayoría se reportan en los departamentos de San Salvador, La Libertad, Sonsonate y Santa Ana.
Uno de esos casos es el de José Elizar Elizondo, un niño de 14 años de edad que desapareció hace más de 10 años, específicamente un 4 de junio del 2011, y que desde entonces su madre, Miriam Elizondo, lo busca.
Pocos esperan que haya una respuesta a casos como el de Oscar Alexis Arévalo, un joven desaparecido en enero de 2022, cuando aun hoy los miles de la guerra se mantienen a la sombra.
«Hemos decidido hacer un tributo en honor a las personas desaparecidas que conforman los casos del Bloque de Búsqueda, que son 35. Esta exposición fotográfica pretende visibilizar los rostros de nuestros seres queridos desaparecidos, la fecha en que desaparecieron y dar un mensaje al Estado, que son los principales responsables de encontrarlos», detalló Idalia Zepeda.
Miembros de la Asociación Salvadoreña para los Derechos Humanos como Zepeda se dieron cita para denunciar los casos ante la Procuraduría salvadoreña de tantos casos sin resolver.
Ahora y desde hace mucho tiempo, víctimas y organizaciones piden al Ejecutivo que agregue en su agenda política «el tema de la desaparición de personas, porque es un tema bien complejo» y la Asamblea Legislativa debería aprobar una normativa que contemple la prevención, investigación, justicia, reparación integral y no repetición.
El Balance Humanitario 2022-2023 del Comité Internacional de la Cruz Roja aseguró que en El Salvador hubo 692 personas desaparecidas en 2022.
En general, las víctimas son jóvenes, y en el caso de mujeres jóvenes, la mayoría es encontrada asesinada, abandonada en parques públicos o en tierras baldías.
A esas cifras hay que agregar los presuntos desaparecidos bajo el régimen de excepción y que, en muchos casos, las autoridades niegan información tras ser encarcelados.