La ciudadanía y el frente opositor

Por: JOSE ALBERTO VAZQUEZ CRUZ

El 03 de julio de 2023 el presidente de la república señaló en su conferencia mañanera que la candidata del frente opositor sería Xóchitl Gálvez.

En aquel momento, varios tiradores de la oposición se apuntaban a disputar esa candidatura, entre ellos Santiago Creel, Silvano Aureoles, Beatriz Paredes, Francisco Javier Cabeza de Vaca, Miguel Ángel Mancera.

El Frente opositor anunció un proceso en el que, supuestamente, la ciudadanía y la sociedad civil serían los encargados de impulsar este ejercicio “inédito”.

El proceso para elegir al aspirante constaba de tres etapas, en la primera, los participantes tenían que contar con el respaldo de militantes o simpatizantes a través del registro de firmas en una plataforma, la segunda, a través de la participación en foros y debates y, finalmente, se someterían a estudios de opinión y una consulta ciudadana.

Este proceso sería, se anunció con bombo y platillo, vigilado escrupulosamente por un comité ciudadano, quienes incluso, por encima de las cúpulas partidistas, señalarían quien sería el elegido para liderar al frente.

Los partidos políticos se someterían a la voluntad de la gente se dijo, de ahí lo inédito del proceso opositor, como si fuera una virtud y no una obligación atender a la ciudadanía.

Con esas contradicciones formativas, se presentó un “comité ciudadano”, “independiente” integrado por tres exconsejeros del INE, Marco Baños, Arturo Sánchez y María Teresa González Luna, además de ex consejeros y ex funcionarios electorales Patricia Jean McCarthy Caballero, Arturo Sánchez Gutiérrez, Alejandra Latapí Renner y Rodrigo Morales Manzanares.

La primera interrogante es, ¿no se supone qué estos funcionarios resaltan por su imparcialidad?, la crítica del presidente López Obrador siempre ha sido férrea al método de selección de funcionarios en los que brilla todo menos la imparcialidad.

Todos estos personajes tuvieron, en su momento, y siguen teniendo, vinculaciones directas a partidos políticos e intereses muy particulares y tuvieron decisiones muy cuestionables en las que su parcialidad quedo demostrada.

Alejandra Latapí fue consejera electoral de 2003 a 2008 y tuvo en sus manos resoluciones en las que no se hizo nada por la campaña negra contra Andrés Manuel López Obrador cuando fue calificado por la oposición como “un peligro para México” y después contra el fraude electoral de 2006. Esta funcionaria electoral tiene como origen de su desarrollo profesional el Consejo Coordinador Empresarial cuando era presidido por Claudio X. González (padre).

María Teresa González Luna fue consejera electoral del IFE de 2003 a 2008, su omisión avaló la campaña negra contra AMLO y el fraude electoral de 2006.

Juan Manuel Herrero ex funcionario del Registro Federal de Electores aportó su experiencia en el proceso, cuestionado severamente por los aspirantes de la oposición en la recolección de firmas de apoyo, tema del que hasta la fecha no han dado cuenta sobre la veracidad de las firmas recabadas.

El consejero electoral Marco Baños, es un personaje que ha sido vinculado al PRI, sobre todo al ex legislador Manlio Fabio Beltrones, operador de la reforma electoral de 2014, que impulsó la conversión del IFE en INE, la reelección de legisladores y autoridades municipales, además del golpeteo al gobierno de AMLO una vez que dejó el encargo.

Como se puede apreciar, precisamente ciudadano el comité organizador del frente opositor tiene solo el nombre, la ciudadanía en realidad no pesó como dijeron los partidos que lo haría en este proceso.

Pero digamos que existiera verdad en esa supuesta participación ciudadana, la actuación del PRI al bajar a Beatriz Paredes soslaya a la ciudadanía, pues, sin consultar a los más de 300 mil ciudadanos que dijeron la apoyaron en su registro, el presidente nacional Alito Moreno obligó a desistir a la experimentada política priista de la contienda.

El comité ciudadano tuvo su peor momento cuando los dirigentes de los partidos del frente opositor decidieron unilateralmente bajar la consulta que tenían contemplada para elegir a su candidato, los miembros de este comité solo pudieron argumentar que ya no tenía sentido la consulta, pues ya habían decidido en las cupulas quien sería la candidata.

El tiempo le dio la razón al presidente, los propietarios del frente opositor ya habían decidido, este proceso inventado y el comité sólo fueron instrumentos de legitimación de una decisión tomada.

Se avecinan tiempos en los que el frente opositor y los intereses que los auspician promoverán propuestas severamente dañinas al interés nacional, ya hemos visto de lo que son capaces, la candidata de ese frente ya comienza a enunciar iniciativas verdaderamente populistas como reducir la edad a 60 años para recibir el apoyo de adultos mayores, pero solo en las zonas más pobres del país, su talante segregador los desnuda de cuerpo entero, son reaccionarios de las propuestas del gobierno federal, que pronto anunciara su reforma constitucional para bajar la edad de este apoyo a 65 años pero con carácter universal, es decir, a todos los adultos mayores del país sin distinción y sin selección.

La ciudadanía no puede ser, otra vez, presa de esas campañas infames de desinformación, la gente tiene el poder y la experiencia para desenmascarar a los pseudo ciudadanos vestidos de huipil.

Cortesia de Latitud Megalópolis