Washington, 20 sep (Prensa Latina) Sin señal de una solución y con la posibilidad de que se extienda, continúa hoy la huelga de trabajadores de las tres principales compañías automotrices de Estados Unidos.
El presidente del sindicato United Auto Workers (UAW), Shawn Fain, advirtió que no apoyará automáticamente la candidatura de Joe Biden a la reelección en 2024, ya que ellos «esperan hechos, no palabras».
Fain anunció el 15 de septiembre que alrededor de 13 mil afiliados de la UAW en las plantas de GM, Ford y Stellantis entraban en el paro con demandas por mejores salarios y mayores prestaciones.
Biden, que declaró su apoyo a los huelguistas, puso a funcionarios a participar en las conversaciones en marcha.
Un informe publicado la víspera señala que a pesar de haber cosechado decenas de miles de millones de dólares en ganancias entre ellos durante los últimos cinco años, General Motors y Ford pagaron una tasa impositiva combinada promedio de solo el uno por ciento sobre el ingreso total antes de impuestos.
El estudio del Americans for Tax Fairness (ATF), plantea que «el sistema tributario está amañado para beneficiar a las corporaciones multinacionales más que a los trabajadores que las mantienen en funcionamiento».
La investigación advirtió que en los últimos cinco años, GM y Ford ganaron un total de 34 mil millones de dólares, pero pagaron una tasa impositiva federal efectiva de 1,3 por ciento para GM y el -0,2 por ciento para Ford.
Además, el salario promedio de los ejecutivos en GM y Ford creció un 32 por ciento en los últimos cinco años, mientras que el salario medio de los trabajadores automotrices lo hizo en un 8,8 por ciento durante el mismo período, ampliando la brecha de las retribuciones entre uno y otro en un rango de 183 a uno.
«Durante ese mismo período, GM y Ford pagaron un total combinado de 14 mil millones de dólares en dividendos (34 veces más de lo que pagaron en impuestos), gastaron 3,6 mil millones de dólares en recompras de acciones (nueve veces más de lo que pagaron en impuestos)», alertó el estudio.
«General Motors y Ford se niegan a satisfacer las demandas del UAW, alegando que lo que los trabajadores piden no es razonable», afirmó el documento.
Según ATF las presentaciones más recientes de GM y Ford encuentra como verdaderamente irrazonable que los gigantes del automóvil se salgan con la suya sin pagar prácticamente nada en impuestos federales.
Sin embargo, enriquecen aún más a sus altos ejecutivos con enormes paquetes salariales y a sus accionistas con pagos de dividendos y recompras de acciones.
El director ejecutivo de la ATF, David Kass, argumentó que «Ford y GM están compensando excesivamente a sus ya ricos ejecutivos, miembros de juntas directivas y accionistas, mientras defraudan a los trabajadores».