Brasilia, 15 oct (Prensa Latina) El estado general del organismo de los educadores, y en particular la condición mental, empeora hoy en Brasil, según revela el libro Precarización, Enfermedad y Caminos para el Cambio. Trabajo y salud de los profesores.
Presentado en un seminario por la Fundación Jorge Duprat Figueiredo de Seguridad y Medicina del Trabajo (Fundacentro), el volumen indica que investigadores señalaron que, sea en la red pública o privada, los pedagogos sufren de un mismo conjunto de males o enfermedades.
En esos padecimientos hay predominio de los trastornos mentales tales como síndrome de Burnout (agotamiento profesional, disturbio emocional con síntomas de cansancio extremo), estrés y depresión.
Después aparecen las perturbaciones de voz y las osteomusculares (lesiones en los músculos, tendones o articulaciones).
Citado por la Agencia Brasil, el tecnólogo Jefferson Peixoto da Silva, de Fundacentro,
precisa que actualmente los «trastornos mentales asumieron la primera posición en cuestión de alejamiento de profesores de las aulas».
Según Frida Fischer, docente del Departamento de Salud Ambiental de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Sao Paulo, entre los principales problemas enfrentados por docentes en el trabajo está la pérdida de voz, la auditiva, los trastornos osteomusculares y, más recientemente, las enfermedades mentales.
Una investigación realizada y divulgada recientemente por el Sindicato de Profesores de la Enseñanza Oficial del estado de Sao Paulo detalla además que muchos profesores (se registran dos millones en Brasil) enfrentan problemas relacionados con la salud mental y esto pudo haberse agravado con la pandemia de Covid-19.
Otro inconveniente es la violencia, alerta Renata Paparelli, psicóloga y profesora de la Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo.
De acuerdo con Paparelli, la enfermedad de los profesores puede ser resultado de tres tipos de violencia: la física, como las agresiones, las amenazas y también las resultantes de una actividad psicosocial cotidiana, como los asedios, por ejemplo, relacionados con la gestión escolar.
«La escuela no es una isla separada de la gente. Está dentro de una comunidad, en la sociedad (…). Todo el tiempo la escuela refleja los problemas que existen en la sociedad», resalta Wilson Teixeira, supervisor escolar de la Secretaría Municipal de Educación de la alcaldía de Sao Paulo.
Además de la violencia, la falta de recursos o de condiciones apropiadas también contribuye para que el profesor enferme, agrega Fischer.
Peixoto da Silva asegura que «la principal conclusión del libro es la importancia de los términos de políticas públicas que sean favorables a las mejoras de las condiciones de salud y de trabajo de los profesores».